MOSCÚ, (Sputnik), 24 de noviembre de 2017.– Tres tubitos de champú especial Aelita fueron suficientes para que la parte femenina de la misión Sirius satisficiera todas sus necesidades higiénicas, según confesaron a los periodistas. La expedición Sirius es una simulación de un futuro vuelo a la Luna que durará 17 días.
A las 14.00 hora de Moscú (11.00 GMT) de este 24 de noviembre, tres mujeres y tres hombres salieron de la “nave”: Anna Kírkina, del grupo de los cosmonautas de Rusia; Mark Serov, de la corporación rusa Energuia (RKK); Viktor Fetter, de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como científicos Elena Luchítskaya, Natalia Lísova e Ilia Rukavíshnikov del Instituto de Problemas Médicos y Biológicos (IPMB) de Rusia, que montó este experimento.
“Procuramos acercar al máximo el tratamiento higiénico a las condiciones que existen en una nave espacial, a mí me gustaron mucho los medios de que nos proveyeron: toallas y servilletas húmedas y este champú, cuyo gasto depende del largo del cabello de una”, dijo Anna, quien necesitó un tubito y medio para lavar su cabello una vez.
A Elena le alcanzó uno para todo el vuelo, mientras Natalia gastó solo la mitad de un tubito y le dio a Anna la otra mitad.
El jefe de la tripulación, Mark Serov, señaló que todo el equipo funcionó muy bien, ayudando los unos a los otros, agregó que desde ahora “serán amigos por toda la vida”.
“No teníamos asueto, estuvimos trabajando durante todo el tiempo y esto nos ayudó mucho, aguantamos bien la insuficiencia de sueño, todo el mundo se mantenía en pie, nadie se lamentaba ni se negaba a trabajar”, dijo.
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El participante alemán del experimento, Viktor Fetter, de la compañía Airbus Defence and Space, celebró su cumpleaños a bordo de la “nave”.
El IPMB está efectuando en Moscú el proyecto Scientific International Research In Unique terrestrial Station (Sirius) en cuyo marco se simula un duradero vuelo interplanetario de una tripulación mixta en condiciones de autonomía.
En 2017 se cumplió su primera etapa de 17 días de duración, para 2018 se planean dos experimentos: de cuatro meses y de 14 o 21 días; en 2019 se simulará un vuelo de ocho meses y en 2020 y 2021 los de un año.