El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle, celebraron ayer su último Halloween en la Casa Blanca, donde compartieron la festividad con decenas de niños disfrazados para la ocasión.La pareja presidencial bailó al ritmo de la popular canción Thriller, de Michael Jackson, como parte de las celebraciones. “Es un placer estar aquí, los disfraces son impresionantes. Queremos decirles que disfruten este día. Muchos de ustedes lucen aterrorizantes o muy cool, o lo que quieran ser hoy”, destacó el mandatario.
Uno de los disfraces que más llamó la atención al presidente y a su esposa fue el de un pequeño papa Francisco, que había ido incluso con su ‘papamovil’, destacó la prensa internacional.
Los esposos Obama entregaron a los niños galletas de maní cubiertas de chocolate, barras de fruta, cereal y postales con imágenes de sus perros.
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(Nota de EFE)