BUENOS AIRES (Notimex) 10 de diciembre de 2019.- Alberto Fernández considero el combate a la pobreza, el diseño de un nuevo contrato social y la economía, como sus principales retos al asumir el hoy como nuevo presidente de Argentina.
“Los vengo a convocar sin distinciones a poner la Argentina de pie, paso tras paso con dignidad, […] recuperar un conjunto de parámetros económicos que hoy no tenemos”, expresó ante el Congreso.
“Quiero ser el presidente que encuentre la mejor faceta de quienes piensan distinto de mí, ser capaz de corregir mis errores en lugar de situarme en el recinto de iluminado”, agregó.
Acompañado por el saliente mandatario Mauricio Macri, la entrante vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su pareja Marcela Luchetti, el nuevo presidente informó que sus políticas públicas serán diseñadas entre todas las fuerzas políticas, académicos, técnicos y profesionales argentinas.
Diagnosticó que más de 15 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria a pesar de que Argentina es uno de los países más productores y que “sin pan no hay vida ni futuro, sin pan no hay democracia”.
Anunció que presentará el plan integral contra el hambre para poner fin a “este presente penoso” donde “los relegados, sean parte y comensales de la misma mesa de una nación”.
A su juicio, la economía heredada de Macri asfixia a las familias con créditos a tasas elevadas por lo que se requiere un Estado que brinde préstamos a menores tasas.
“Convocaremos a los trabajadores, empresarios y expresiones sociales para la puesta en marcha de un conjunto de políticas básicas que pueda solidificar los motores de nuestra economía”.
Al informar que se han perdido más de 151 mil empleos industriales, adelantó que no se considerará el presupuesto propuesto para el año entrante, pues “no refleja los compromisos de deuda que realmente se han asumido”.
Ante el gran endeudamiento del país, buscará una relación constructiva con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociaciar la deuda del país sin antes “privilegiar a quienes han quedado atrapados en el pozo de la pobreza y marginación”.
Agregó que su país quiere pagar “pero no tiene capacidad para hacerlo”, pues la gestión saliente tomó deuda sin considerar el riesgo que representaba.
En referencia al sistema de salud pública, declaró que restituirá el ministerio de Salud para mejorar su calidad, pues “padecemos el peor brote de sarampión”, además de impulsar las vacunas para personas mayores y niños de forma gratuita.
Por otra parte, subrayó su interés para impulsar la autonomía entre el sistema de justicia y el poder político, pues “una justicia manipulada significa una democracia manipulada”.
“He decidido que sea intervenida la Agencia Federal de Inteligencia e Información Estrategica del Estado […] se va derrogar el decreto 656 del 2016 que la administración promovió para consagrar en secreto los fondos destinados a los agentes del estado […] serán reasignados para financiar el plan contra el hambre”, dijo en su discurso.
Respecto a la relación diplomática que mantendrá su gobierno, se pronunció por robustecer el Mercado Común del Sur (Mercosur) y se refirió particularmente a la relación con Brasil.
“Tenemos que construir (con Brasil) una agenda ambiciosa en lo tecnológico, estratégico que respalde nuestra hermandad “más allá de quienes gobiernan en la realidad coyuntural”.
Impulsar una América Latina unida, ante los distintos “golpes de estado”, reclamos ciudadanos contra la equidad del neoliberalismo y la defensa de los derechos humanos.
Dentro de los invitados estuvieron los mandatarios de Uruguay tanto el actual, Tabaré Vázquez, como el recién electo, Luis Lacalle Pou; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Cuba, Miguel Díaz Canel y representantes de otras naciones como Brasil, España, Estados Unidos y del Vaticano. Por parte de México, asistió la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
El nuevo presidente argentino destacó entre otras cosas su interés de potenciar el reclamo por las Islas Malvinas, una política ambiental de consumo responsable, el recorte a publicidad oficial, además de erradicar los estigmas sociales para abrazar a todos “sin importar lo que se hace y lo que piensa”.
Fernández concluyó e inició su discurso haciendo referencia a una frase del expresidente Raúl Alfonsín, considerado por algunos sectores como el “el padre de la democracia moderna”, para afirmar que “con la democracia se cura se come y se eduque, pongámonos de pie y empecemos nuestra marcha”.
Antes de su discurso, Fernández participó en la ceremonia del traspaso del bastón de mando, la banda presidencial y el juramento oficial.
Fernández fue electo como presidente de Argentina en los comicios del 27 de octubre, en los que tuvo como compañera de fórmula a la vicepresidenta, Cristina Fernández.
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