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CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — México y Noruega inauguraron este 8 de febrero el Retiro sobre Mediación América Latina y el Caribe, para analizar las experiencias de ambos países en la solución de conflictos que impulsan en otros países, como Colombia y Venezuela.
“Uno de los socios más confiables que hemos encontrado hace muchos años es Noruega, hemos estado trabajando juntos, nos hemos acercado mucho para el tema de Venezuela, estamos entusiasmados con el proceso al que ha llamado el presidente [Gustavo] Petro en Colombia, promotor de la paz”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en el discurso inaugural.
El evento se celebra en la ciudad de Cuernavaca, 80 kilómetros al sur de la capital mexicana, con especialistas internacionales en mediación, pacificación inclusiva y multilateralismo, como Katia Papagianni, directora de Políticas y Apoyo a la Mediación del Centro para el Diálogo Humanitario de Ginebra, Suiza.
El jefe de la diplomacia mexicana dijo que los dos países convocantes son “dos especialistas de mediación en el mundo”, por el papel mexicano en la solución de conflictos en Centroamérica, con el Grupo Contadora en el siglo XX, mientras que Noruega ha trabajado por la paz en Israel y Palestina.
El titular de Relaciones Exteriores dijo que para México la mediación es un mandato constitucional, con el propósito de contribuir a la solución pacífica de las controversias.
“Cada vez que tenemos un conflicto, con sus diferentes variantes, el mandato es que busquemos una negociación, tenemos que negociar por mandato y convicción”, subrayó Ebrard.
Contra las sanciones
El canciller anfitrión apuntó también a las consecuencias negativas de las sanciones impuestas por EEUU a otros países durante décadas, en alusión a Cuba y Venezuela.
“Hoy en día tenemos una agenda en América Latina y el Caribe compleja, siguen las sanciones desde hace más de medio siglo, sigue el éxodo de muchas sociedades completas como si fuese un problema natural”, prosiguió.
Ebrard señaló que esa diplomacia es inútil y dificulta la mediación.
“Siempre ponemos en tela de juicio esas sanciones para nuestra región, son un desastre, no sirven para nada, dificultan la mediación, endurecen las posiciones” subrayó el diplomático.
Por el contrario, expresó la necesidad de que “las instituciones multilaterales deberían de fortalecerse, pero a veces no ha sido rápido ese proceso, como quisiéramos”.
Ante esa realidad se han puesto en marcha diferentes tipos de mecanismos, “para tratar de lograr la mediación, la conciliación política”.
La tarea para los próximos años es “ir desmontando las razones del mundo que provocan conflictos de violencia política en la región”, adelantó.
El otro gran promotor de la violencia en América Latina “es el prohibicionismo respecto a las drogas y la extrema facilidad del tráfico de armas”.
Esta combinación muestra una paradoja, apuntó: “el prohibicionismo (en drogas) con lo opuesto que es la permisividad en el tráfico de armas, provocan violencia en casi toda la región, violencia a gran escala”, planteó.
Ese fenómeno no es necesariamente violencia política, pero es una violencia creciente que amenaza a los países, acotó.
Mencionó además que el presidente de EEUU, Joe Biden, plantea que hay que prohibir las armas de asalto, una petición que México respalda.
“Ojalá el Congreso de EEUU lo aprobase de esa manera, pero ciertamente es uno de los principales elementos de violencia en toda la región”, comentó.
Dijo finalmente que, en un mundo que vive una época de antagonismos, “la mediación es paciencia, confiabilidad, trabajo político, compromiso”.
Manifestó que uno de los objetivos primordiales para la región es fortalecer instituciones de mediaciones y de trabajo político en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), porque la Organización de Estados Americanos (OEA) nunca hace mediación, sino más bien la promoción de los antagonismos.
Sputnik 09 febrero 2023