SIRIA (SPUTNIK) 03 de mayo de 2018.- Hace varias semanas, después de la controvertida demostración de fuerza en Siria por parte de tres potencias occidentales —EEUU, Francia y el Reino Unido—, surgen nuevos datos sobre el rendimiento de los misiles lanzados. Los periodistas franceses denunciaron deficiencias “alarmantes” en los novedosos sistemas de armas de París.
Los primeros rumores sobre los fallos técnicos de los proyectiles de crucero navales (MdCN, por sus siglas en francés) aparecieron ya el 17 de abril en el respetado medio bisemanal galo La Lettre A.
En el artículo quedó de manifiesto que la Armada francesa se enfrentó con “problemas de origen todavía desconocido” a la hora de realizar los golpes. La información fue corroborada por fuentes de la revista L’Opinion.
Un ‘debut’ poco convincente
Según el plan del ataque, cada una de las fragatas francesas desplegadas en el Mediterráneo —Aquitaine, Auvergne y Languedoc— tuvo que lanzar tres misiles MdCN.
No obstante, solo un navío logró efectuar el lanzamiento en el plazo acordado por los perpetradores del ataque.
Otros medios afirman que solo dos fragatas debían disparar sus misiles, pero todos coinciden en que al menos una salva de tres proyectiles había fallado por completo.
Los lanzamientos aéreos, si bien más exitosos, también vivieron ‘un momento incómodo’: uno de diez misiles SCALP-EG portados por los cazas Rafale no pudo separarse del avión y tuvo que ser desechado manualmente en el mar, informan varios medios galos citando a fuentes de las Fuerzas Aéreas francesas.
¿Está la reputación de Francia en peligro?
La cadena TV5 Monde entrevistó al conocido reportero galo Jean-Marc Tanguy, especializado en temas de defensa, sobre las implicaciones del estreno tan controvertido de las novedosas armas galas.
Para él, los problemas experimentados en el primer uso real de los misiles MdCN crean “una crisis de credibilidad” para el armamento de fabricación francesa:
“De momento no se sabe cuál es la causa el fallo: el propio misil, la fragata que lo porta o el intercambio entre la fragata y el misil a través de lo que se llama un sistema de combate”, afirmó el experto.
Peor aún, la única reacción de la ministra de Defensa gala, Florence Parly, fue clasificar los datos sobre el rendimiento de los misiles, algo que “no será apreciado ni por los contribuyentes franceses ni por los compradores extranjeros”, sugiere.
Tanguy ofreció un ejemplo de las posibles consecuencias de los fallos del MdCN para el futuro de la industria armamentista francesa.
Los novedosos misiles eran un as en la manga de la empresa Naval Group, que busca construir submarinos para Polonia y compite con los alemanes por el contrato. La oferta de París fue más sólida, al incorporar los misiles de crucero lanzados desde submarinos, algo que la industria alemana no posee.
No obstante, al conocer los fracasos de los MdCN en Siria y al ver el secretismo impuesto por el Ministerio de Defensa hablo sobre el asunto, “es lógico que Polonia ya no vaya a considerar esos misiles como una ventaja definitiva de la oferta de París”, sugiere el periodista.
VP/Internacional/NG