“Quedaron atrás los días en que las potencias extranjeras podían obligar a China a abrir sus puertas con cañones, […] cuando varios de los llamados ‘académicos’ y medios de comunicación estatales podían difamar a China sin escrúpulos”, declaró la vocera. Asimismo, instó a “no subestimar la firme determinación del pueblo chino a defender su dignidad e intereses nacionales”. De lo contrario, “tendrán que pagar el precio por su ignorancia y arrogancia”, aseveró.
Refiriéndose al reciente intercambio de sanciones de Pekín con Occidente, Hua Chunying criticó que haya naciones que “están obsesionadas con sermonear a otros sobre derechos humanos” mientras comprometen gravemente los derechos a la vida, la salud y el desarrollo de sus propios ciudadanos.
Según afirmó, estos países tienen “un historial innoble” en materia de derechos humanos y transportaron millones de africanos esclavizados, masacraron tribus y pueblos aborígenes e iniciaron guerras contra países soberanos como Irak, Libia o Siria que causaron “innumerables” muertes y desplazamientos masivos de civiles inocentes.
Al mismo tiempo, la vocera recalcó que durante la pandemia de coronavirus esas mismas naciones contribuyeron a un ‘nacionalismo de las vacunas’, acumulando cantidades de fármacos “muy por encima de las necesidades de su población”, lo que obligó a los países en desarrollo a luchar contra la enfermedad con sus propios y escasos recursos.
En este contexto, “si EE.UU. y Occidente se muestran como firmes partidarios de la protección de los derechos humanos, ¿de quién y qué derechos están defendiendo? ¿De qué manera están respetando y protegiendo los derechos humanos? ¿No deberían sentirse avergonzados?”, cuestionó la funcionaria.