CHILE, 24 nov (Prensa Latina).- En medio de fuertes cuestionamientos sobre la actuación de las fuerzas policiales en Chile, el presidente Sebastián Piñera anunció hoy que militares apoyarán al cuerpo de Carabineros en el resguardo de instalaciones públicas y privadas.
En un acto en la escuela de suboficiales de Carabineros, Piñera dijo que la semana entrante enviará al Congreso un proyecto de ley que permita a las fuerzas armadas desplegarse en las calles ‘sin necesidad de decretar Estados de Emergencia Constitucional, ni de restringir las libertades y derechos de los ciudadanos.
Explicó que el objetivo sería ‘colaborar en la protección de nuestra infraestructura crítica, como por ejemplo, todo el sistema de abastecimiento eléctrico, de agua potable y muchas otras infraestructuras críticas, incluyendo lo que es la policial’ para garantizar el funcionamiento de esos servicios.
También anunció que el cuerpo de Carabineros recibirá desde esta semana asesoría profesional de las policías de Reino Unido, España y Francia con el fin de ‘poder enriquecer las estrategias y el procedimiento operativo para mejorar los mecanismo de control del orden público’.
Piñera llamó al Congreso a agilizar varios proyectos de ley anunciados por él hace dos semanas, entre ellos los encaminados a reforzar el cuerpo de Carabineros y fortalecer el Sistema Nacional de Inteligencia.
También, las controvertidas leyes Antiencapuchados, Antisaqueos y Antibarricadas, criticadas por políticos de oposición y organizaciones sociales y de derechos humanos los cuales alegan que su objetivo es agudizar la represión contra las manifestaciones populares.
Acompañado por los ministros de Interior y de Defensa, Gonzalo Blumel y Alberto Espina, respectivamente, el mandatario dijo además que para que Carabineros pueda cumplir su tarea de orden y seguridad, tiene que ‘usar la fuerza legal, legítima, racional y proporcional, siempre dentro del marco de la ley y de sus propios protocolos’.
Precisamente, entidades nacionales y extranjeras de derechos humanos, organizaciones profesionales de la salud y hospitales han denunciado la violación constante de los protocolos sobre el uso de las denominadas ‘armas disuasivas’ por parte de las fuerzas especiales de Carabineros.
Ello provocó miles de heridos y en especial más de 230 casos de serias lesiones oculares, entre ellos decenas de jóvenes que perdieron uno de sus ojos, por el impacto directo en el rostro y la cabeza de bombas lacrimógenas y balas de goma que según análisis de laboratorio contienen mayormente plomo y otros minerales.