RUSIA, (RT), 25 de abril de 2019 .- Las conversaciones entre los mandatarios se han enfocado en buscar una solución pacífica al problema nuclear de la península coreana y garantizar la seguridad del noreste de Asia en general.
La ciudad de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso, ha acogido este jueves 25 de abril la primera cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladímir Putin. Es además la primera visita al extranjero de Kim desde su reelección, el pasado 11 de abril, como presidente del Consejo de Estado norcoreano.
Histórico encuentro
La reunión entre Kim y Putin se realizó en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente, en la cercana isla de Russki, a donde el presidente ruso hizo su llegada a aproximadamente las 03:30 (GMT). Media hora después acudió el líder norcoreano, que fue recibido con un apretón de manos por parte del mandatario ruso.
Los jefes de Estado procedieron seguidamente a saludar a los miembros de las delegaciones de camino a la sala de negociaciones. Se estimaba que el encuentro cara a cara entre los dos líderes durara una hora, pero se prolongó hasta las dos horas. No se tenía prevista la firma de documentos o la realización de una declaración conjunta en esta cumbre.
Rusia aplaude los esfuerzos norcoreanos en su diálogo con EE.UU.
En los primeros minutos del encuentro, Putin admitió estar “muy contento” de recibir al líder norcoreano tras una prolongada preparación de este encuentro, y expresó su convicción de que esta cumbre ayudará a normalizar la situación en la península coreana.
“Confío en que su visita a Rusia hoy servirá para desarrollar las relaciones bilaterales y le permitirá comprender mejor cómo podemos resolver la situación en la península de Corea, qué podemos hacer juntos, qué puede hacer Rusia para apoyar los procesos que se están efectuando actualmente”, indicó el presidente.
Putin también estimó como positivos los esfuerzos del dirigente norcoreano para mejorar las relaciones entre su país y EE.UU., y mencionó además otros temas por abordar en esta cumbre. “En el plano bilateral, por supuesto tenemos mucho que hacer para el desarrollo de las relaciones comerciales y económicas, así como el desarrollo de los contactos humanitarios“, indicó.
Kim y las relaciones con Rusia
Kim Jong-un, por su parte, agradeció al inquilino del Kremlin por apartar un lugar en su agenda para esta reunión, y externó su esperanza de que esta histórica visita se traduzca en un avance en torno a la normalización en la península coreana.
“La situación en la península de Corea es de gran interés para toda la comunidad internacional. Las negociaciones serán un evento importante para evaluar juntos esta situación e intercambiar opiniones”, añadió el dirigente norcoreano.
Por otra parte, Kim expresó su deseo de que la cumbre fortalezca aún más las relaciones “tradicionalmente amistosas” y de “raíces profundas” entre Rusia y Corea del Norte. Putin, por su parte, recordó que el difunto padre del líder asiático, Kim Jong-il, fue uno de los impulsores de esta “amistad” entre las dos naciones.
Resultados “muy significativos”
Después de estar reunidos cara a cara más de dos horas, Putin y Kim han hecho un balance del encuentro ante los periodistas.
El líder norcoreano ha subrayado que su principal objetivo en Rusia es discutir la solución de los problemas de la península de Corea. En este sentido, Kim ha calificado el intercambio de opiniones con el mandatario ruso de “muy significativo” y ha expresado la esperanza de que las negociaciones entre Rusia y Corea del Norte en un formato ampliado “continuarán de manera útil y constructiva”.
El presidente ruso, por su parte, ha relatado haber abordado con Kim el desarrollo de las relaciones bilaterales y mantenido “detalladas negociaciones sobre la situación en la península coreana”. Además, Putin ha agradecido a Kim haber aceptado la invitación de visitar a Rusia.
Tras esta aparición ante los medios las negociaciones de ambos líderes han continuado en un formato más amplio, con la participación de las respectivas delegaciones. Luego, antes del almuerzo de trabajo, los dos líderes intercambiaron de regalos. Kim Jong-un obsequió a Putin con una espada “que encarna el poder y el alma del pueblo coreano”, mientras que el presidente ruso regaló al líder norcoreano otra espada y un servicio de té, que incluye los portavasos tradicionales que se usan generalmente para tomar infusiones en el tren.