El indulto al expresidente de Perú, Alberto Fujimori, es posiblemente el más polémico en la historia del país. Surgido de un acto tan opaco que su hijo fue condenado por eso, ahora se pone en duda inclusive su vigencia ante el anuncio de la candidatura del político.
Hace una semana su otra hija y lideresa del partido Fuerza Popular —al cual se adhirió el exmandatario—, Keiko Fujimori, anunció que su padre “será el candidato presidencial” en las próximas elecciones, pautadas para 2026.
??#InformamosYOpinamos ?? | En diálogo con Exitosa, la expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Julissa Mantilla, se refirió al indulto otorgado al expresidente Alberto Fujimori y señaló que, según organismos internacionales, no se puede utilizar… pic.twitter.com/ZjULjm7A2a
— Exitosa Noticias (@exitosape) July 20, 2024
Desde ese momento comenzó una discusión política que saltó a la arena legal. El viernes la expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Julissa Mantilla, afirmó que las autoridades deberían evaluarlo y, en última instancia, anularlo.
“Es una persona que supuestamente estaba en una grave situación y que ahora anuncia su voluntad de postular a la Presidencia (…) lo que correspondería en una democracia verdadera es revisar ese indulto y dejarlo sin efecto“, subrayó al programa ‘Informamos y Opinamos’ que emite el medio local Exitosa.
¿Es posible?
Heber Joel Campos, experto en derecho constitucional, investigador y docente universitario de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
“En el Perú existen antecedentes en ese sentido. El 2010, el Tribunal Constitucional (TC) sostuvo que sí era posible revisar en sede judicial un indulto humanitario, siempre que existan razones fundadas que acrediten que se otorgó de manera fraudulenta”, arguye Campos.
De hecho, a fines de 2011 el TC declaró la nulidad del indulto concedido al empresario José Enrique Crousillat, quien fue condenado a ocho años de cárcel por corrupción, peculado y asociación ilícita por la venta de la línea editorial de América Televisión al gobierno de Fujimori (1990-2000).
En su sentencia, el colegiado dictaminó: “Siendo la razón por la que se decidió conceder el indulto al favorecido el grave estado de salud en el que presuntamente se encontraba, y, como ha quedado demostrado, el error en que incurrió era de tal magnitud que se encontraba justificada en el caso la anulación del indulto, la demanda no puede ser estimatoria”.
Crousillat fue visto varias veces públicamente en un aparente buen estado de salud. Un ejemplo muy similar al de Fujimori, quien visitó hace unos meses uno de los centros comerciales más pudientes de Lima, donde concedió una entrevista a un canal.
Lo que hay detrás
En el ámbito político, todo tipo de analistas han abordado qué se desprende de esta estrategia del partido fujimorista. El viernes el semanario Hildebrandt en sus Trece, que se caracteriza por su línea mordaz, lo catalogó como una “cortina de humo”.
Señaló que el objetivo es distraer la atención del juicio oral que afronta la excongresista. “Es un tema muy complicado para Keiko Fujimori y hay que taparlo con algo. En ese escenario, Keiko le va a sacar el jugo a la candidatura de su padre”, aseguró una fuente cercana a Fuerza Popular.
Su postulación tiene impedimentos jurídicos. El artículo 34 de la Constitución peruana establece que una persona sentenciada en primera instancia por la comisión de delito doloso, no puede postular a cargos de elección popular.
“El indulto borra la pena, pero no el crimen. Una persona indultada no es, bajo ninguna circunstancia, una persona inocente. Es una persona responsable de un delito, pero a la que por sus condiciones de salud, se le exime del cumplimiento de la sanción penal correspondiente”, añade Campos.
El abogado se aventuró a teorizar sobre lo que hay detrás de esta movida electoral. “Se envía el mensaje de que Alberto Fujimori puede ser candidato, para, quizá, generar un debate público al respecto y para quitarle presión (evitar su sobre exposición) al real candidato o candidata“, apunta.
“Si Fuerza Popular inscribe la candidatura de Alberto Fujimori, el JNE [Jurado Nacional de Elecciones] la rechazará. Entonces, el mensaje será que el JNE atenta contra las intereses de ese partido. Y recién en ese momento se conocerá quién será la carta de ese partido en las próximas elecciones”, proyecta.