La conversación tuvo lugar durante la vista de ambos jefes de Estado a la Iglesia ortodoxa de Santa Eva Maria, donde hablaron del apóstol Pavel, el cual, según la leyenda, tomó el cristianismo a las puertas de Damasco, destaca el referido medio de difusión.
Putin y Al Assad recordaron la leyenda de que el apóstol Pavel perdió la visión a causa de una fuerte luz del cielo. Apareció Jesús y le ordenó que para devolver la visión debía seguir recto por el camino hasta la casa del obispo.
El mandatario sirio bromeó con ese hecho al señalar que si Trump decide venir por el mismo camino que Pavel, también le irá bien.
Claro que mejorará. Usted invítelo (a Trump) y él vendrá, respondió el mandatario ruso en una propuesta que los medios de prensa aquí tomaron muy en serio.
Al Assad mostró la disposición de recibir a la dirección norteamericana, a lo cual el jefe de Estado ruso replicó que prometía transmitir esas palabras al jefe de la Casa Blanca.
Durante su entrevista en Damasco con el mandatario sirio, Putin consideró el pasado martes que aunque la situación en el país levantino mejora, los problemas da la región del Medio Oriente se complican con el asesinato por Estados Unidos del general iraní Qassem Soleimani.
De acuerdo con el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, el jefe de Estado ruso no tiene ninguna intención de informar a Trump sobre su viaje relámpago a Siria, donde obsequió a Al Assad un Corán del siglo XVII para una mezquita, y un ícono para la mencionada iglesia ortodoxa.
En su estancia en Damasco, Putin visitó, junto a Al Assad, al comando de las fuerzas armadas rusas en el país levantino, informó Peskov en su momento.
Además, el presidente de Siria expresó su agradecimiento por la ayuda brindada por Rusia en la lucha contra el terrorismo y para el restablecimiento de la vida pacífica en la nación levantina, explicó el vocero del Kremlin.