CIUDAD DE MÉXICO, (Voces del Periodista), 9 de junio de 2021 .- Se celebró un evento con motivo de conmemorar la vida y las últimas pistas de un personaje formidable. En la estatua a la que en su honor se erigió, se recordaron las hazañas que el tiempo añejó en ciento treinta y ocho años de historia de su partida por quienes heredaron los frutos de su trabajo en la nación que fundó. Emir Abelkader, creador del estado moderno de Argelia, quien expulsó a la ocupación francesa, se le conmemora por sus hazañas en una estatua expuesta en la Glorieta de Bloulevard de los Virreyes y Calle Fray García Guerra, en la colonia Lomas de Chapultepec.
La estatua lleva un pergamino en la mano, representando las cualidades de intelectual que tenía el hombre: escritor, poeta y estudioso asiduo son los títulos que se le atribuyen después de que la honra obligue a cualquiera que hable de él, a destacar una visión humanista intachable en una época en la que en pocos lugares se encontraba; una capacidad de liderazgo, tal como para asegurar sin temor a la duda, que fue uno de los mejores líderes del siglo XIX. La inscripción estuvo adornada entre el perfume de las flores en las que al lado se encontraba de pie quien presidía la conmemoración, el Excmo. Sr. Djamel-Eddine Grine, embajador de Argelia en México, acompañado de personalidades del ámbito cultural, político, social y diplomático del país.
Entre el ambiente solemne, se respiraba un constante respeto por la figura, pues no era sólo en el sentido de la estatua en lo que se sentía presente al Emir Abelkader de una manera sutil, sino en la consciencia de saber que el momento presente era una de las tantas consecuencias que se encontraban en los logros de este gran ser humano; la de luchar por el pueblo argelino y sentar las bases para lo que ahora se contruye en su legado.
Posteriormente, el embajador procedió a recitar un breve, pero conciso discurso en el que entre sus palabras se rescatan: “Hace ciento treinta y ocho años desapareció el Emir Abdelkader. Este hombre, cuya fama trascendió ampliamente las fronteras nacionales, fue un precursor y un líder incansable y consagrado en la lucha contra la colonización. También fue, sin duda, el fundador del Estado Argelino Moderno. El compromiso que asumió con la unificación del país y con la lucha de liberación contra las fuerzas de la ocupación, le brindó a la vez, la estatura de un Hombre de Estado y de Jefe Militar. También fue un hombre de vasta cultura, un poeta inspirado y un humanista que cultivó valores universales. Esta eminente estatua le valió el reconocimiento de los más altos dirigentes de esa época. No podría mencionar el nombre de esta figura emblemática del nacionalismo argelino, sin recordar el de su contemporáneo, también símbolo del nacionalismo mexicano, Benito Juárez, quien defendió la misma causa de la liberación de su país luchando contra el mismo ocupante. Esta conmemoración me lleva también a evocar el nombre de otro héroe, de la Revolución Mexicana, Emiliano Zapata, cuyo busto ha sido erigido en una plaza de la capital argelina, como homenaje en su lucha a favor de la justicia y de la equidad”.
El silencio fue roto por los aplausos de los asistentes, acompañado de la impresión de saber a un personaje histórico mexicano siendo distinguido en el país que fundó el hombre que esa mañana se conmemoraba y reconocía, haciendo un vínculo preciso de aquellos precursores de las naciones que hoy comparten trato, respeto y estima en la historia de quienes las forjaron. Sin duda, una mañana que será recordada por su propósito tanto como su consecuencia: la de ser un eslabón más en la fuerte cadena que une las relaciones de amistad entre México y Argelia.
Celeste Salloum & Axel Aguirre
VP/NACIONAL/AA