Por Ashlei Espinoza Rodríguez. Enviada
ALTAMIRANO, CHIS (Notimex) 28 de diciembre de 2019.- Durante el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, madres de personas asesinadas y desaparecidas expusieron sus testimonios y la impunidad que prevalece para los agresores.
Concentradas en el templete del Semillero “Huellas del Caminar de la Comandanta Ramona” en el Caracol Morelia, las asistentes enmudecieron al escuchar los casos de mujeres que compartieron su dolor por no encontrar a sus hijas y la impotencia que experimentan ante la ineficiencia de las autoridades para castigar a los responsables.
María de Lourdes García Arizmendi, mamá de Norma Dianey García García, quien desapareció en Nezahualcóyotl, Estado de México hace casi dos años, narró la desesperación que vive desde que su hija salió de su trabajo en Iztapalapa y abordó el transporte público donde perdió contacto con ella el 15 de enero de 2018.
Describió que a los dos días de su desaparición, familiares interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México por un posible secuestro ya que recibían mensajes en los que delincuentes exigían una fuerte cantidad de dinero para liberar a la joven.
Semanas más tarde, las autoridades ministeriales aprehendieron a dos personas, padre e hijo, quienes confesaron ser responsables de la violación, mutilación y asesinato de la mexiquense que en aquel entonces tenía 24 años de edad.
“Ellos dijeron que habían tirado los restos por el tiradero de Teotihuacán pero nosotros hicimos seis búsquedas pero hasta la fecha no encontramos el cuerpo de mi hija.
“Estas dos personas que estuvieron detenidas en el reclusorio, al hijo lo mataron a los siete meses dentro de la cárcel y al padre lo dejaron en libertad en febrero de este año y no tenemos ni justicia, ni cuerpo ni nada”, enfatizó.
La madre de familia apuntó que actualmente reciben mensajes del teléfono de Norma Dianey con textos donde exigen el pago de un rescate. Ella asegura que ha pedido prueba de vida pero no recibe contestación alguna.
Anunció que en enero encabezarán una marcha para exigir que las autoridades localicen a su hija, por lo que pidió a las presentes al evento, unirse a su lucha.
Otro de los testimonios fue el de María Patricia Becerril, mamá de la médico Zyanya Estefanía Figueroa Becerril, quien fue encontrada muerta en su departamento en Puebla el 15 de mayo del 2018.
“Mi hija fue ‘suicidada’, y utilizo esta palabra porque para la Fiscalía de Puebla es más fácil decir que se suicidó a comprometerse a investigar sus muertes.
“A mi hija la encontraron colgada del cancel del baño, sin embargo, sobre la cama había dos ampolletas de cloruro de potasio y clonazepam, que con una dosis provoca un infarto fulminante y quisiera saber si mi hija primero se colgó o se inyectó para matarse”, mencionó.
Aseveró que sin el ejemplo de otras madres ella y su familia no habrían podido afrontar lo que le pasó a Zyanya, quien tenía 26 años de edad.
“Lamentablemente no todas las compañeras madres pueden concluir la investigación, las derrota el dolor de la muerte de sus hijas y se quedan en el camino, pero su lucha y aprendizaje me ha llevado a darme cuenta que no es solamente luchar por la muerte de mi hija, sino por todas las que se han unido en este trayecto”, sostuvo.
María Patricia agregó que un médico forense de Guatemala que también apoyó en el caso de Lesvy Berlin, revisó la necropsia realizada por las autoridades y determinó que las livideces que presenta Zyanya no corresponden a un cuerpo en suspensión.
El Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan que reúne a más de cinco mil personas, se realiza del 27 al 29 de este mes en el Caracol Morelia a 20 minutos del municipio chiapaneco de Altamirano.
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