TIJUANA, (Notimex), 11 de enero de 2018 .- En la salud reproductiva de la mujer, las enfermedades de transmisión sexual representan un riesgo, pues con frecuencia ocasionan infertilidad y en caso de lograr un embarazo, el bebé está expuesto durante el período de gestación.
El médico del Hospital de Gineco-Obstetricia (HGO) número 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, Jesús González López, dijo que esta afectación se evita si la mujer se somete a revisiones ginecológicas cada año a partir de la adolescencia.
Las infecciones más frecuentes, dijo, son clamidia, gonorrea, herpes genital, virus de papiloma humano (VPH), sífilis y virus de inmunodeficiencia humana adquirida (VIH), que no siempre presentan síntomas, sino hasta que las complicaciones son evidentes.
González López agregó que las enfermedades de transmisión sexual son por el inicio de relaciones sexuales a edad temprana (13 años en promedio); promiscuidad y falta de protección.
Los padecimientos más comunes se controlan con tratamiento médico, y explicó que uno de ellos es la clamidia, que de no erradicarse ocasiona enfermedad inflamatoria pélvica y la cicatrización de las trompas de Falopio, derivando en infertilidad.
En el caso de que haya embarazo, cuando existe cualquier enfermedad se corre el riesgo de un aborto espontáneo, parto prematuro, nacimiento sin vida o la muerte del recién nacido.
Otro padecimiento es la gonorrea, que también causa esterilidad, embarazo ectópico o aborto debido a inflamación, así como infección neonatal en el momento del parto, al pasar el producto por la cavidad vaginal contaminada, anotó.
El herpes genital (del virus tipo 2) es recurrente e incurable, porque siempre estará latente en el organismo para surgir de nuevo en cualquier momento cuando por alguna causa se disminuyen las defensas del sistema inmunológico, puntualizó el especialista.
Si la mujer se infecta de herpes tipo 2 o genital en el primer trimestre de embarazo, podría tener un aborto espontáneo o bien, el bebé sufrirá de malformaciones congénitas.
“Si la infección ocurre a partir del tercer trimestre, existe la posibilidad de que el bebé nazca con herpes congénito”, aseveró.
Si se infecta durante el parto, dijo, “puede desarrollar lesiones vesiculares (llagas) en la piel o en la boca y a pesar del tratamiento puede propagarse al cerebro y a los órganos internos del bebé, lo que ocasiona retraso mental, ceguera o la muerte”.
La infección por virus del papiloma humano (VPH) está asociada con el desarrollo de cáncer cérvico-uterino, apuntó.
Entre los muchos tipos de virus del papiloma humano, hay algunos que provocan verrugas en la zona genital y esto, en el caso de una mujer embarazada, es riesgoso, ya que en el momento del parto el bebé puede contaminarse.
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