La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) celebró una ceremonia luctuosa en homenaje al Embajador Emérito José Salvador Gallasteguí Contreras, quien falleció el pasado 21 de marzo en la Ciudad de México.
El Canciller José Antonio Meade, quien encabezó la ceremonia, transmitió las condolencias oficiales de la Secretaría. Asimismo, el Subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza, se refirió a la vida, obra y legado del Embajador Gallásteguí.
José Gallástegui fue un hombre que brilló con un talento diplomático singular y un don de gentes inimitable. Fue también protagonista de las mejores épocas de nuestra política exterior.
En 1947 ingresó a la Secretaría como Oficial Sexto. Ejerció diversas funciones en diferentes dependencias de la Secretaría. Muy pronto se desempeñó como Secretario Particular del Canciller. Su talento y profesionalismo lo llevaron a ocupar la Oficialía Mayor y la Subsecretaría de Relaciones Exteriores.
Como Oficial Mayor le correspondió supervisar la construcción de la Torre de Tlatelolco, que albergó a la Secretaría durante muchos años. Como Subsecretario desempeñó un papel importante en la política exterior de México. Le correspondió interactuar con Jefes de Estado, cancilleres y diplomáticos de todas latitudes. Fue actor central en la preparación y desarrollo de la gira tricontinental del Presidente Luis Echeverría, que fue el viaje presidencial más largo en la historia de nuestro país.
José Gallástegui, dedicado hombre de familia, hizo y dejó también un número importante de amigos y discípulos en todos los círculos sociales del país, pero especialmente en el Cancillería mexicana.
El Subsecretario de Icaza subrayó el legado diplomático de José Gallástegui: imbuido de patriotismo, caracterizado por la capacidad de buscar soluciones, limar asperezas, forjar amistades en todo el orbe, sin jactancia ni protagonismos. Un hombre leal y generoso que dejó huella en el servicio exterior de México.
Durante la ceremonia los asistentes pudieron apreciar un breve audiovisual que relata los primeros años de vida del Embajador Gallástegui, su ingreso y carrera en la Secretaría de Relaciones Exteriores y un buen número de testimonios sobre sus cualidades como servidor público y como ser humano.
Al término del acto, se formaron guardias de honor y se observó un minuto de silencio.