No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. El presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido político Morena, Martí Batres, dejará su cargo este mes de octubre.
El líder real de ese instituto político, Andrés Manuel López Obrador, tendrá que elegir, él solo y en la soledad de su despacho, al sucesor. Tiene tres candidatos: (i) el de menos probabilidades, su hijo Andrés Manuel López Beltrán, un joven inteligente cuyo momento llegará cuando su padre se retire; (ii) Clara Brugada, personaje fundamental en Iztapalapa que no pudo ganar las elecciones en esta delegación, a pesar de haber arrancado como favorita, y (iii) uno de los hombres más finos, educados, preparados, correctos y prudentes de Morena, Héctor Vasconcelos.
Creo que en la actual etapa de consolidación de lo logrado por el partido de AMLO, lo que este instituto político necesita es a un personaje absolutamente respetado como Vasconcelos. Los tiempos de Andrés Manuel hijo están por llegar, mientras que los de Clara Brugada ya se fueron. Con Vasconcelos al frente, Morena dará una lección de grandeza intelectual y moral que los otros partidos jamás podrán igualar.
¿Qué va a hacer el señor Batres a partir del mes de octubre? Buscar la candidatura a jefe de gobierno del Distrito Federal. Si Ricardo Monreal piensa que va solo, está muy equivocado. Ya le competía con ventaja la señora Claudia Sheinbaum. Ahora también lo supera el histórico Martí. ¿Histórico? Sin duda. Fue el principal constructor de Morena junto con López Obrador.
Con información de SDP noticias