Por Luis A. Méndez
MÉXICO (Notimex) 18 de marzo de 2020.- En la conmemoración del 82 Aniversario de la Expropiación Petrolera, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el periodo privatizador que se vivió en Pemex terminó y lo calificó como una pesadilla, pero aclaró que no se revocarán los contratos que se entregaron a partir de la llamada reforma energética.
“Que se oiga bien y que se oiga fuerte, ya se terminó con el periodo privatizador, nunca más esa pesadilla. Vamos a seguir demostrando, como lo estamos haciendo, que Pemex saldrá adelante sin corrupción, con eficiencia y con el apoyo de sus trabajadores”, sostuvo el mandatario.
Durante su discurso en la Torre Ejecutiva Pemex en la Ciudad de México, el mandatario afirmó que aunque se intentó entregar los recursos de la nación a privados en pasadas administraciones mediante la reforma energética se van a respetar los acuerdos establecidos.
“Reitero que no vamos a modificar el marco legal para revocar los contratos que se entregaron a partir de la llamada reforma energética. No lo haremos porque aún el dominio de la nación sobre el petróleo es preponderante”.
“No les dio tiempo de entregar toda la riqueza, afortunadamente el pueblo de México dijo basta en julio del 2018, sonó la alarma, sonó la campana y se terminó con la privatización. Nos dejaron el 80 por ciento del potencial petrolero de México”, declaró el presidente.
Dijo que la decisión de no modificar los contratos es para dar certeza a los inversionistas nacionales y extranjeros y así lograr que se sumen esfuerzos y recursos en beneficio de la población mexicana.
López Obrador detalló la historia sobre el petroleo en el país y se remontó a 1860 para afirmar que fue el cura Manuel Gil y Sáenz, en San Fernando, Macuspana, Tabasco, quien lo descubrió para posteriormente, en 1901, se iniciara la industria debido a la demanda del energético para uso del automóvil.
Posteriormente comentó que fue Porfirio Díaz quien expide la primera ley del petróleo, mientras que por esos años “ya eran conocidos los despojos que padecían indígenas y campesinos de sus tierras”.
Sin embargo, dijo que fue con Francisco I. Madero que se aprueba un decreto en donde se establece un impuesto especial sobre el petróleo crudo de 20 centavos por tonelada, pero no se pudo aplicar por las presiones de las compañías extranjeras y del gobierno de Estados Unidos.
El mandatario dijo que fue hasta la presidencia de Venustiano Carranza que se promovió en la Constitución de 1917 la nacionalización del petróleo; sin embargo, fue hasta el 18 de marzo de 1938 en que se consuma la expropiación petrolera por el decreto del exmandatario Lázaro Cárdenas.
Después del cardenismo, aseguró el titular del Ejecutivo federal, los gobiernos posteriores tomaron decisiones para otorgar los llamados contratos riesgo, entregando de nuevo grandes extensiones del territorio nacional a empresas petroleras extranjeras.
Y con el descubrimiento de yacimientos en los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo “se aplicó el criterio de producir o extraer lo más que se pudiera para vender petróleo en el extranjero y se habló de que debíamos prepararnos para administrar la abundancia”.
Sin embargo, dijo que con más yacimientos se desató la corrupción y pese a la producción petrolera los ingresos no se vieron reflejados en la población y se inició la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Baste decir o no olvidar que cuando se llevó a cabo esta nueva privatización del petróleo se sostenía hasta en los considerandos de las leyes que para este año íbamos a estar produciendo tres millones de barriles diarios, porque iba a llegar la inversión extranjera a raudales.
“Pero en realidad, como aquí también se ha dicho, en noviembre de 2018 cuando recibimos el gobierno, la producción era de un millón 702 mil barriles diarios, un millón 702 mil barriles diarios, y se había comenzado a importar, a comprar petróleo crudo en el extranjero”, afirmó el presidente.
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