El presidente Enrique Peña Nieto anunció que aceptó la renuncia de Luis Videgaray Caso al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y en su lugar nombró a José Antonio Meade Kuribreña, quien se desempeñaba como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), cargo en el que nombró a Luis Enrique Miranda.
En un mensaje en la residencia oficial de Los Pinos, reconoció la labor y resultados de Videgaray Caso al frente de esa dependencia, como la implementación de la reforma hacendaria.
Asimismo, señaló que Meade Kuribreña cuenta con amplia experiencia en la materia y tendrá la responsabilidad inmediata de presentar al Congreso de la Unión la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2017, el cual deberá contribuir a la consolidación de las finanzas públicas y no propondrá nuevos impuestos ni aumento a los ya existentes.
Le dio instrucciones para atender cuatro prioridades:
Que el Proyecto de paquete económico 2017 que se presente al poder legislativo contribuya a la consolidación de las finanzas públicas, logrando por primera vez en muchos años un superávit primario.
“Esto significa que los ingresos de la Federación deberán ser mayores que sus egresos antes de cubrir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el gobierno federal”.
La segunda indicación consiste en continuar con la aplicación de medidas de responsabilidad fiscal para contener y estabilizar el crecimiento de la deuda del sector público, como proporción del Producto Interno Bruto.
La tercera petición de Peña Nieto para el nuevo titular de Hacienda es realizar el esfuerzo necesario para garantizar la estabilidad macroeconómica que deberá ser mediante un ajuste en el gasto público de la Federación, “es decir, le tocará al gobierno de la República apretarse el cinturón, no a las familias ni a las empresas de México”.
Con ello, refrendó su firme compromiso de que no habrá nuevos impuestos ni aumentos a los existentes, insistió, el ajuste recaerá en el gobierno y no en la ciudadanía.
La cuarta y última indicación inmediata girada a Meade Kuribreña fue no sólo contener el gasto público sino también mejorar la calidad del ejercicio, “esto significa privilegiar los proyectos de inversión y los programas sociales más efectivos contra la pobreza, así como reducir el gasto corriente y los gastos innecesarios”.
“La prioridad de la política hacendaria es muy clara, garantizar la estabilidad de la economía nacional, la estabilidad macroeconómica no es un fin en sí mismo, sino un medio para proteger y fortalecer la economía de las familias mexicanas”, precisó el Ejecutivo Federal.
El segundo nombramiento dentro del gabinete de Peña Nieto fue el de Luis Enrique Miranda, quien fungía como subsecretario de Gobernación y ahora estará al frente de la Sedesol.
También recibió instrucciones de continuar coordinando la instrumentación de la Estrategia Nacional de Inclusión a fin de reducir la pobreza del país; reforzar las acciones coordinadas que en materia de educación, salud, vivienda y alimentación son necesarias para mejorar el nivel de vida y acceso a oportunidades de la población más vulnerable, dijo el mandatario.
La Sedesol deberá hacer esfuerzos para mejorar la atención que en ventanilla se brinde a sus beneficiarios y profundizar las medidas que en materia de inclusión productiva, laboral y financiera se han empezado a realizar.
Al ratificar a Meade al frente de la Secretaría de Hacienda, Peña Nieto le encomendó continuar con la aplicación de medidas de responsabilidad fiscal, a partir de un ajuste del gasto público, el cual aclaró, será para el gobierno y no para la ciudadanía.
(Nota de La Crónica)