RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
Por Alejandro Ruiz Robles
ESTO ES COOPERATIVISMO.
Hace unos días tuve la oportunidad de participar en la “Expo Coop Noroeste” celebrada en la Ciudad de Hermosillo, Sonora, a la cual asistieron autoridades, cooperativistas, académicos, estudiantes y público interesado en el maravilloso mundo de la economía social y en especial, del cooperativismo.
Me pareció sumamente interesante escuchar las opiniones previas, durante y posteriores al evento; toda vez que, a pesar del tema a disertar, muchos no sabían los auténticos alcances de esta figura y en ocasiones, se daban cuenta de que eran más sus experiencias de vida que sus auténticos conocimientos técnicos.
Mención aparte merecen los ponentes, quienes no sólo compartieron en forma generosa su sapiencia, sino que buscaron hacerlo agradable para todos.
Sin duda cada uno valoró a su manera lo ahí vivido; sin embargo, era increíble ver la actitud de los más adultos con respecto a los jóvenes. Frases como “no cometan los mismos errores que nosotros” o “lo hacemos por ustedes eran constantes”; no obstante, hubo una que me llamo la atención en especial: “acérquense a conocernos y vean en que podemos ayudarlos en sus proyectos”.
Cuando escuché esto, me encanto la respuesta: “en las empresas se da prioridad al negocio, en los gobiernos a las palabras y en las sociedades cooperativas al trabajo solidario y generación de riqueza mutua”.
Y de pensarlo encontré sabias sus palabras y las resumí en lo siguiente: “la suma de todos es el bienestar para todos”.
¿Alguna vez has pensado en producir y generar riqueza a la par de quien está a tu lado?
DE LA EMPATÍA.
Si estamos conscientes de algo en la sociedad, es la dificultad que tenemos para desarrollarnos. Tal pareciera que no hay nada más limitante para los proyectos que encontrar las coincidencias entre las personas.
De hecho, es increíble la cantidad de negocios en marcha con excelente destino que por la falta de comunicación entre los socios y la falta de un auténtico objetivo común pierden el camino.
Tal pareciera que no basta generar riqueza para hacer un negocio próspero, sino que es determinante la empatía para acordar en los mejores términos en beneficio de las metas trazadas al crearlo; pareciera que lo que era entusiasmo por alzar el vuelo, con el tiempo se convierte en sortear las adversidades y, lamentablemente, están son creadas por ellos mismos.
Y si esto se da en ámbitos meramente privados en que su triunfo o fracaso está vinculado a unos cuantos accionistas, imaginar lo que sucede con colectivos sociales cuyos resultados dependen de la convicción de todos, la decisión de muchos y el liderazgo de unos cuantos, hace muy difícil de encontrar resultados que se mantengan por muchos años.
Saber que para estos proyectos sociales es básico establecer reglas claras y compromisos con base en la solidaridad, esfuerzos, tanto individuales como conjuntos, valores de grupo que favorezcan la unidad y fines comunes es el punto de partida; no obstante, el verdadero reto es conservarlos de forma constante y consciente.
Sin duda que recordar “la fuerza de una cadena es igual al eslabón más débil” es perfectamente aplicable al caso y tener la habilidad para detectarla y revestirla hasta llegar a la igualdad es un mérito que en pocos colectivos se observa.
¿Te imaginas lo grato que es participar en una comunidad económica donde hay un auténtico fin común?
SOLI … ¿QUÉ?
Entendemos por solidaridad aquel valor individual de una persona que hace que, al pertenecer a una comunidad, comparta intereses y necesidades y en consecuencia, actúe como un todo.
Esta conducta es una actitud de vida en la cooperativa y realmente, resulta admirable esa convicción por sentirse una unidad en las buenas y en las malas.
Era grato escuchar las voces de cooperativistas que con palabras y hechos reivindicaban la naturaleza de ese compromiso.
Desde quienes hablaban desde lo profundo de su sentir hasta los que lo hacían con una visión práctica de sus vivencias, lo cierto es que no es fácil ni hablar ni coincidir en temas comunes con la convicción y fuerza que da la unidad; de hecho, muchos de ellos se encontraron ante esta realidad sin pretenderlo y fue el destino que los puso en esa ruta, ya fuera porque de ser trabajadores se vieron ya en esta situación o bien, quienes por las circunstancias salieron de su zona de comodidad a vivir esta circunstancia.
Lo único que era cierto es que, sin importar la causa, la consecuencia era ver y tomar acciones para el bienestar de los participantes y hacer a un lado, los intereses particulares.
Con ello me quede meditando … ¿qué tan difícil será hacer a un lado los intereses individuales en favor de los beneficios colectivos?
RODAR Y RODAR.
Dificultades en la obtención de recursos, improvisación, falta de planeación, conocimiento, consciencia de unidad y compromiso, así como circunstancias adversas, son sólo algunos de los argumentos que expresaron los cooperativistas activos como los ya fallidos en sus intentos.
Desde luego, también señalaron la falta de preparación de las autoridades al momento de orientarlos y de esquemas de fomento para incentivar el crecimiento de estas figuras jurídicas.
“Nos falta mucho” era el comentario frecuente entre quienes ya tenían esa experiencia cooperativa e incluso, los que presentaban resultados positivos por el desarrollo de su empresa hablaban de la necesidad de manejar mayores esquemas de protección y fomento de esta figura jurídica, insistiendo todos en su gran connotación social, incluyendo también a las nuevas generaciones que están creciendo dentro de este esquema.
A menudo, el decir de los profesionales es que están para apoyar a este sector; sin embargo, a veces es más por el ímpetu de no defraudarlos que por una remuneración suficiente. “Ellos no tienen mucho dinero, pero estamos conscientes que es su todo para atender sus necesidades y conservar su fuente de riqueza”.
Es cierto, para nadie es una labor de apostolado, pero todos estamos conscientes de que hay que retribuir a la sociedad un poco de lo que de ella hemos recibido y que mejor que al apoyar a la comunidad cooperativa.
¿Consideras que como profesionales debemos apoyar a quien lo solicita de manera altruista?
EL COMPROMISO.
Las personas con las que he compartido a lo largo de mi vida siempre me han enseñado que la generosidad es una distinción de la gente de bien y para ser generoso, siempre debes compartir lo que es tuyo; obviamente, resulta verdaderamente cuestionable que los políticos repartan lo que no es suyo, toda vez pareciera que no lo hacen por ser caritativos sino para mantener su base clientelar.
Y si algo vimos, en especial, los ponentes durante el evento es que los cooperativistas sólo se dedicaban a prestar los servicios o producir lo básico para su mercado, sin adicionar mayor contenido en su oferta y descuidando la máxima satisfacción del cliente. Sólo por citar un ejemplo, si vendían fruta no realizaban mermelada, si daban un servicio, no había mayor seguimiento u ofrecimiento de complementos.
En ese contexto y considerando nuestra esencia como persona y la labor profesional, también considero que en muchas ocasiones nos falta ser sensibles con las personas, ya sean clientes o quienes están en nuestro entorno, y dar un poco más para que ellos estén mejor. Quizás sean palabras de aliento, positivas o trato humano o simplemente, complementar nuestro servicio con excelencia.
En fin, si todos pusiéramos valor agregado en nuestras relaciones muy probablemente tendríamos mayor satisfacción de ellos y el ejemplo cundiría en nuestro entorno.
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Posdata: Excelente la “Expo Coop Noroeste” celebrada en la Ciudad de Hermosillo, Sonora, del 23 al 25 de febrero pasado. ¡Muchas gracias por todas sus atenciones!
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