Voces del Periodista Diario

¡ALTO A LA INVASIÓN DE LOS OCÉANOS!


POR MOURIS SALLOUM GEORGE

Invadir y contaminar los océanos en nombre del desarrollo económico y social
es un contrasentido, inaceptable. Sin embargo, desde hace décadas en todo el
mundo se han intensificado los atentados contra esos hábitats, por la
explotación petrolífera, gasífera; por la industria turística y de cruceros; así
como por la pesca irracional.
Ahora las corporaciones mineras pretenden explorar las profundidades
oceánicas en busca de los preciados minerales y metales. Cierto que son
materias primas necesarias para los componentes tecnológicos y mucho más,
pero los desarrolladores deben buscar alternativas.
La industria minero-metalúrgica en México es un factor fundamental de la
economía. En 2021 representó el 2.5% del PIB nacional, según INEGI. En ese
año el valor de su producción alcanzó los 16 mil 516 mdd. Esto significó un
aumento del 19% respecto del año previo. Asimismo, es uno de los sectores
más atractivos para la inversión extranjera, la cual sumó 4,809 mdd en el año
citado; con un alza del 36.1% respecto del 2020; y mantiene la tendencia
creciente.
Pero no todo lo que brilla es oro. La organización ecologista Greenpeace lanzó
una petición en internet para solicitar firmas de apoyo y exigir a los gobiernos
que detengan esos proyectos de explotación minera submarina, por los riesgos
que conlleva. Hacia finales de junio del presente sumaba alrededor de 200 mil
firmas de respaldo.
Greenpeace consiguió que el 21 de noviembre de 2023 el gobierno mexicano
anunciara su apoyo a una moratoria para frenar el inicio de la minería
submarina en aguas fuera de la jurisdicción nacional: “Esto fue un gran
avance, después de meses de exigencia, y merece celebrarse. Sin la acción
ciudadana, esto no hubiera sido posible”.
Los activistas de esa ONG continúan en su misión: “Es importante seguir
sumando opositores a nivel global para que la moratoria se haga realidad en
2024, como un paso para la prohibición total de la industria. Suma tu voz para
seguir avanzando en la protección del fondo marino”.

Greenpeace menciona que la empresa The Metals Company es una de las más
interesadas en explotar las riquezas del fondo marino. Los biólogos de la ONG
han señalado que esos proyectos ponen en riesgo el equilibrio del hábitat
oceánico. Por el cambio climático miles de especies ya enfrentan extinción.
Muchas podrían desaparecer incluso antes de ser “conocidas” por los
humanos.
Queda poco tiempo, sostiene Greenpeace: “Únete a las miles de personas de
todo el mundo que estamos pidiendo a los gobiernos que protejan los
océanos”. Además de firmas de apoyo, la organización solicita donativos para
seguir realizando su labor ecologista (actua.greenpeace.org.mx).
Las mencionadas industrias (petrolífera, gasífera y minera), son muy
invasivas, porque manejan procedimientos muy contaminantes. Es cierto que
muchos de los logros y avances tecnológicos y científicos, económicos y
sociales, que hoy existen son fruto de tales industrias, pero no ha sido gratis.
Los daños al medio ambiente son enormes.
Ningún avance es plausible a costa de atentar contra el equilibrio ecológico.
Entonces, si el mundo ya padece consecuencias de la explotación irracional de
los recursos energéticos, minerales y forestales, seguir por ese rumbo solo
asegura una inevitable extinción de la vida en el planeta. Aunque no sería un
proceso rápido, sino quizás una prolongada agonía.
El mundo tiene que seguir avanzando en su desarrollo, pero debe dar un giro
radical hacia un modelo de aprovechamiento racional de los recursos.

 

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