A FUEGO LENTO
Por Enrique Pastor Cruz Carranza
El proceso electoral en el Sindicato de Trabajadores Petroleros marca un antes y un después en una quimera por rescatar a PEMEX de las ambiciones, mafias y asociación delictiva global empresarial que, fue distintivo de lucha para tratar de cimentar “La 4T” por encima de interés apátridas, latrocinio sin límites e impunidad deleznable.
A mi mente regresó aquel diálogo directo con el líder defenestrado y judicializado Don Joaquín Hernández Galicia en Ciudad Madero Tamaulipas en 2001, cuando por entrevistarlo me cerraron el programa radiofónico en Ciudad del Carmen Campeche con el poder de la Sección 47.
“Los grupos políticos empresariales quieren el control total de PEMEX porque con ello tienen dominado a todo el País”, me decía y recordaba, su enfrentamiento casi a golpes con Jesús Reyes Heroles – entonces Director de PEMEX – ante la presión de ser al mismo tiempo “Líder del Sindicato” para no dejar nada fuera de su dominio.
Hernández Galicia siempre reconoció algunos excesos de líderes y frivolidades como las de “Chava” Barragán en sus incursiones excéntricas a Las Vegas, pero también busco paliar los efectos inflacionarios, sociales en las comunidades donde la petrolera causaba efectos demoledores en la vida cotidiana.
Un patrimonio sindical con apoyos a la ciudadanía, mayor integración de los nativos dentro del sindicato y beneficios en el Contrato Colectivo de Trabajo.
Desde el sexenio de Luis Echeverría la misión de tener un sindicato alineado a los intereses neoliberales y apátridas se incrementó y “La Quina” fue un escollo para lograrlo.
La traición de Romero Deschamps en calidad de Halcón para entregar a su “amigo” al operativo ejecutado por el Secretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios por orden de Carlos Salinas de Gortari, fue el golpe mortal para el sindicato y la rapiña posterior a todo su patrimonio.
Las confidencias fueron un manjar para la crónica histórica de las infamias posibles de montar, con tal de lograr objetivos infames contra el patrimonio de todos los mexicanos.
Quiénes dicen nada es eterno, tendrán que reconocer el caso del Sindicato Petrolero es la excepción de la regla y si se concreta “La Crónica de una Simulación Concertada”, en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, perfectamente advertida y evidentemente estructurada; la gran cruzada contra la corrupción habrá vivido su derrumbe estrepitoso.
No se puede escudar un tongo grotesco celebrado con cibernética inducida y menos, pretender vestir de “Riesgo de la Democracia” un evento tan patético con certificación de la STyPS de “voto cibernético coaccionado “.
Nos indignamos en 2006 con el fraude del PRIAN y las maniobras externas para culminar un agravio contra la democracia, legalidad y el cinismo triunfante.
No veo ningún atenuante para poder justificar lo sucedido en la elección sindical petrolera con nuevo “haiga sido, como haiga sido “.
Legalizar hoy sin pudor, lo que fue bandera, motor y fuerza moral para un cambio de formas y fondo contra lo inaceptable en 2018, sería la mayor traición a La Patria.