Voces del Director
Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George (*)
En el discurso mediático que, en grado y medida comparte la diplomacia mexicana, se identifica a Venezuela como el país que encierra los demonios de la retórica política incendiaria de Chávez…
¿Qué hace la diferencia entre las situaciones de Venezuela y México?
En Venezuela, los movimientos opositores que encabeza la Mesa de Unidad Democrática (MUD) acusan al régimen de manipular los procesos electorales de modo que garanticen la supervivencia de la dictadura.
En México, sobre todo en el entorno de las elecciones estatales del pasado 4 de junio, al menos tres partidos de oposición denuncian la coacción y compra de votos para favorecer la continuidad en el poder del partido del gobierno, el PRI.
En Venezuela, el liderazgo político representado por Henrique Capriles, opositor al gobierno bolivariano, asegura que los órganos electorales están al servicio del Estado que conculca la voluntad popular.
En México, las oposiciones se declaran impotentes frente a las resoluciones y sentencias de los árbitros electorales estatales; por eso apelan a recursos de impugnación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la autoridad jurisdiccional en la materia.
En Venezuela, la disidencia política acude incluso a instancias internacionales para denunciar los atropellos contra el Poder Legislativo, encarnado por la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, sustituida recientemente por la Asamblea Constituyente después de someter ésta a referéndum.
En México, las Cámaras legislativa federales se encuentran internamente colapsadas por acciones de las juntas de Coordinación Política, tripuladas por el partido del gobierno, que imponen agenda parlamentaria y nombramientos de directivas sin el consenso del resto de las bancadas partidistas. En fin.
Pero, insistimos, ¿qué hace la diferencia entre Venezuela y México?
Las potenciales defensas frente a la crisis económica
Apuntemos un elemento de lo que hace la diferencia.
En Venezuela, el control estatal sobre el sector energético lo ejerce Petróleos de Venezuela. En periodo reciente, este ente ha incrementado la importación de importantes volúmenes de derivados de petróleo, procedentes especialmente de los Estados Unidos.
Ese indicador al alza, sin embargo, no impide que corporativos trasnacionales sigan haciendo operaciones con base en papeles de deuda girados por la banca central venezolana.
Un caso representativo, es el de la estadunidense Golman Sachs, que ha invertido recientemente más de dos mil millones de dólares en la adquisición de títulos de deuda emitidos en 2014.
Los inversionistas norteamericanos -algunos activos en el mercado petrolero- apuestan como garantía de pago a las grandes reservas de crudo venezolano que agencias de energía internacionales calculan en cerca de 300 mil millones de barriles.
En México, las reservas de crudo -probadas y probables- así como la producción, han registrado una sensible baja en los últimos tres años, al mismo ritmo que marcha el proceso de privatización del sector.
Como consecuencia de ello, Petróleos Mexicanos exhibe un alto grado de dependencia de las importaciones de derivados.
Según reportes de la agencia especializada Monitor Energético, en los primeros siete meses de 2017 México importó, sólo en el renglón de gasolinas, 519 mil barriles al día, 66 por ciento del consumo nacional y 31 por ciento más que en 2012.
En valor, entre gasolina y gas natural, a julio de este año México destinó un desembolso de 13 mil 340 millones de dólares. No incluye ese monto el gasto que en gas natural importado hace el sector privado.
Un fenómeno adicional, es que franquicias petroleras estadunidense se están apoderando en territorio nacional del mercado de consumo de gasolinas.
Los recientes impactos meteorológicos que azotaron el estado de Texas (USA), pusieron en riesgo de crisis el suministro de esos productos a México.
Vis a vis entre las crisis económicas que enfrentan los gobiernos de Venezuela y México, parece evidente que el régimen bolivariano tiene mejores defensas para atemperar el caos.
¿Hay diferencias sustanciales o no las hay?
- Como mero dato cultural, recordamos que, en junio de 2013, hace, pues, 51 meses, en la edición 304 de Voces del Periodista la “cabeza” de portada fue Pemex: Hora Cero. Es cosa de leer en los signos de los tiempos.