Voces del Periodista Diario

El banco de sangre en manos de Drácula

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

Cuando los oráculos anunciaron el arribo de la transición democrática a México en 2000 (la mera alternancia PAN-PRI en Los Pinos), hubo una asustada reacción de los altos mandos burocráticos federales temerosos de su cese: Somos servidores del Estado, no de ningún partido.

No era para menos: Una de las primeras operaciones políticas ordenadas por Vicente Fox fue la desaparición de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) para entregar el control de la burocracia a Elba Esther Gordillo Morales, promotora de una organización alternativa.

Desde el arranque de la nueva administración, casualmente priistas que en aquellas elecciones hicieron mayoría en el Senado se sacaron de la manga una iniciativa de ley para instituir el Servicio Profesional de Carrera. Los trabajadores de base contaban ya con el amparo del Servicio Civil de Carrera, en cuyo caso se les ofreció el retiro voluntario.

Por supuesto, la burocracia dorada no se tragó la rueda de molino de que ninguna ley debe aplicarse retroactivamente. No era el punto, sin embargo: Los nuevos titulares de los gabinetes legal y ampliado no estaban dispuestos a cambiar porque sí la nómina de cuadros superiores y medios.

Se trataba de un método práctico: Los funcionarios entonces en activo, para todo efecto práctico, sí sabían cómo hacerlo. Claro que en su escalafón estaba marcado por la meritocracia, basada en la eficiencia y la eficacia.

Para saciar un apetito largamente insatisfecho

El lado oscuro retrataba otra intencionalidad: El “saber cómo hacerlo” implicaba al manejo corrupto de los recursos públicos y no pocos miembros del gabinetazo llegaron a las arcas públicas como pelones de hospicio: Sedientos y hambrientos.

El asunto abarcaba todo el espectro estatal. Sólo para ilustrar un caso: El nuevo responsable de la política interior, secretario de Gobernación, llegó a declarar que en algunas áreas de la dependencia había tanta mugre que daba para escribir un libro que se quedó en el borrador.

Un sector en el que los debutantes panistas enfocaron su mira fue el energético y la joya de la corona, Petróleos Mexicanos (Pemex). En efecto, en el primer sexenio de la “transición” la paraestatal fue sometida a un insaciable saqueo.

En el periodo de la decena trágica y hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto pasaron por la dirección general de Pemex por lo menos cinco titulares. No obstante, en las direcciones subordinadas permanecieron mandos que se habían enquistado desde el mandato de Carlos Salinas de Gortari, algunos sumando más de 30 o en su escalafón.

La gran industria mexicana de la prevaricación

Actuaciones revisoras de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cámara de Diputados, silenciados expedientes de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y de la Procuraduría General de la República (PGR) comprobaron al tiempo que el banco de sangre había sido puesto en manos de Drácula.

Abundantes son las informaciones de 2019 que dan fe de que, durante tres décadas, particularmente funcionarios que ocuparon encargos en el gabinete económico y que fueron arropados por la impunidad, se fueron con información privilegiada que pusieron al servicio de los grandes corporativos nacionales y extranjeros que medran a costa del Estado mexicano, asfixiado ahora por una deuda pública del orden de 10 billones de pesos.

Información privilegiada al servicio de la familia Forbes

En los primeros meses de 2019, solo para exhibir un botón de muestra, las páginas financieras de algunos diarios mexicanos dieron a conocer “la novedad” de que un ex alto ejecutivo de Pemex fue contratado por una trasnacional minera para encomendarle una nueva división en el sector petrolero, escudada en la Reforma energética de Peña Nieto.

No sólo se trata solamente de un “servidor” del Estado implicado en el escándalo de una empresa favorita de los gobiernos panistas. El carismático ingeniero se ha puesto al servicio de una familia reconocida por Forbes como la segunda más rica de México.

Si se trata de saber cómo hacerlo, el ex cuadro de Pemex saber hacerlo, Y con creces.

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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