El canciller ruso, Serguéi Lavrov, criticó inmediatamente la decisión del Gobierno de Rishi Sunak, y afirmó que significaba que en el Reino Unido están dispuestos “no solo a correr riesgos, sino a violar el derecho internacional humanitario, como hicieron en Yugoslavia en 1999, y muchas otras cosas que se permitieron, incluidos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”.
“Se ha comprobado en los casos de Yugoslavia e Irak, donde se han utilizado proyectiles con uranio empobrecido, que sus efectos en la salud no solo afectan a la población que se quiere atacar, sino también a los propios ejércitos que lo utilizan y a las poblaciones civiles, por su alta toxicidad y radicación, lo que explica las palabras del canciller ruso advirtiendo de posibles crímenes contra la humanidad”.