Silogismos
Por Antonio Ortigoza Vázquez
@ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
* En uno de sus últimos mítines, José Ricardo Gallardo delineó el baño de Sangre y violencia que la espera a San Luis Potosí cuando amenazó en público al aún gobernador del PRI, Juan Manuel
Carreras: “Se lo digo muy claro, señor gobernador… ¡A usted se lo va a cargar la chingada!” Llama la atención que el casi ganador por el Partido Verde, fue apoyado por el dirigente de Morena, Mario Delgado, quien lo prefirió por encima de Mónica Rangel, candidata de su partido que perdió la elección
La política oficial en cuanto al crimen organizado de “abrazos, no balazos”, rindió frutos evidentes: En San Luis Potosí -salvo impugnaciones y que prosperen- habrá narcogobernador con todos los títulos, como lo demuestra la trayectoria del candidato triunfador, José Ricardo Gallardo Cardona (“El Pollo”), postulado por PVEM y PT.
Sucedió algo que sería asombroso, pero como se dio en el contexto del gobierno de la 4T, quizá no lo sea tanto: La candidata oficial de Morena, Mónica Rangel, se quedó esperando el respaldo de la cúpula del partido gobernante, porque el presidente nacional de Morena, Mario Delgado y Ricardo Monreal, coordinador de la mayoría en el Senado “se equivocaron de mitin” y aparecieron levantando la mano de “El Pollo” en su cierre de campaña.
PERFIL DE UN NARCOCANDIDATO
Si alguien andaba en busca de una “duda razonable” en cuanto al “Pollo” y su familia, el padre del inminente gobernador, Ricardo Gallardo Juárez, se encargó de borrarla por completo: En la televisión abierta y en redes sociales se difundió profusamente la intervención en uno de los últimos mítines de campaña, donde en plaza llena se dirigió micrófono en mano al gobernador en funciones, a quien ratificó amenazas proferidas con anterioridad y recalcó: “Se lo digo muy claro, señor gobernador… ¡A usted se lo va a cargar la chingada!”
Es el mismo Gallardo Juárez quien en 2014 fue aprehendido por la PGR y estuvo en prisión 11 meses, pero fue liberado de forma poco clara, por decir algo leve, al tiempo que circularon rumores de que se hicieron negociaciones de “tipo político” con el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Pero ahora viene lo sabroso: al inicio de este gobierno, la UIF a cargo del gordito Santiago Nieto, abrió una investigación contra “El Pollo” y su padre, por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y desvíos por 700 millones de pesos en sus respectivos periodos como alcaldes del municipio de Graciano Sánchez, conurbado a la capital del estado. ¿Qué pasó con eso?
Gallardo Cardona y su progenitor han sido caciques en Graciano Sánchez por muchos años y con señalamientos graves de corrupción. Desde que el padre compitió por la presidencia municipal en 2006, circuló fuerte el rumor de que tenía apoyo de Los Zetas.
Era miembro del PRD y en 2014, militantes del Sol Azteca enviaron una carta al comité nacional donde afirmaban que padre e hijo tenían vínculos con el Cártel del Noreste. Fue entonces cuando Gallardo Juárez fue apresado y después liberado.
Pero por rumbos de San Luis Potosí se dice que hay por lo menos media docena de datos duros de los vínculos de los Gallardo con el crimen.
En cuanto a Morena, se da por descontado que tanto Delgado como Monreal, al dejar colgada de la brocha a Mónica Rangel e ir a darle su apoyo al “Pollo”, de ninguna manera fue por cuenta propia, sino… por instrucciones precisas de YSQ.
LOS MÉRITOS DE DURAZO: SABER TRAGAR SAPOS
Para Eduardo Guerrero Gutiérrez, especialista en temas de seguridad y delincuencia, “en 22 meses al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Civil, se le fueron a Alfonso Durazo en apagar incendios, el peor, el tristemente célebre jueves negro del ‘Culiacanazo”.
Fue cuando Durazo, frente a las cámaras de televisión, cambió tres veces su versión de los hechos, y ninguna de las tres resultó ser la real.
Según Guerrero, a Durazo le tocó “plantar cara” ante “la negligencia de otros” y que “le tocó ver cómo, por convicción presidencial, la institución que él encabezaba era desmantelada por el Ejército en un proceso precipitado, motivado por algo de razón y mucho de prejuicio hacia lo que fue la Policía Federal”.
“Finalmente -resume Guerrero- es justo reconocer que Durazo padeció lo mismo que tantos otros funcionarios en este sexenio: No tuvo mayor autonomía ni mayor presupuesto para impulsar proyectos. La transformación de la Policía Federal en Guardia Nacional fue, en esencia, un ejercicio de entregarle el mando a la cúpula militar y dejar ir, sin mayores averiguaciones, a los principales cuadros civiles.
“En esto, y en otros desatinos, Alfonso Durazo debió seguir la corriente a un presidente hábil, pero desdeñoso hacia la burocracia, hacia los expertos y hacia cualquier forma de gasto público que no implique entregar dinero directamente a la gente. Otros, como Carlos Ursúa y Germán Martínez, no aguantaron.
“Durazo se mantuvo firme en el equipo de los que tragan sapos, y se lleva en la bolsa la candidatura a Sonora”.
En otras palabras, el ex secretario de Colosio y ex secretario particular de Fox, se mostró como aventajado aprendiz de las “técnicas de tragar sapos” descritas por Guiseppe Tomasi de Lampedusa en su notable libro (que muchos citan, pero muy pocos leen) “El Gato Pardo”.
VIOLENCIA CRIMINAL: COMO VA EL SEXENIO
El INEGI reportó el 23 de septiembre de 2020 que el registro del último año era de 29 homicidios por 100 mil habitantes. Al comentar las cifras el especialista en el tema, Alejandro Hope hizo notar que “es buena noticia porque los homicidios no aumentaron, pero la mala noticia es que no bajaron”, y además pronosticó un “ligero aumento de homicidios” en el reporte definitivo del organismo autónomo.
María Elena Morera, de “Causa en común”, destacó el hecho de que persiste el problema de subregistro de delitos, “ya que los estados no hacen el registro de forma adecuada y por otro lado, manipulan las cifras reales, todo ante la indolencia del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública”.
Señaló que “Causa en común” detectó graves anomalías en cifras de delitos reportadas entre diciembre de 2018 (ya con la 4T) y agosto de 2020, particularmente en homicidios, feminicidios, extorsión, secuestro, robo con violencia, en vehículos y violencia intrafamiliar.
Consideró que la causa “puede ser dolo, pero también ineptitud o indolencia, pero las cifras no revelan tendencias lógicas”.
Otro especialista, Ricardo Márquez, opinó que las cifras del INEGI muestran que (el combate a) la violencia no ha mejorado, sino que se mantiene estancada en niveles catastróficos, mayores que con Peña Nieto.
TODO COMENZÓ CON EL “MANOTAZO” DE CULIACÁN
Alejandro Hope hace notar que lo sucedido con el tristemente célebre “culiacanazo”, cuando el gobierno de la 4T fue sometido y obligado a soltar al ya detenido Ovidio Guzmán, hijo del “Chapo” Guzmán,
Dijo: “Los hechos de Culiacán fueron un manotazo… resultado no precisamente de una superioridad material sobre el Estado Mexicano (porque) eso no es cierto, pero sí un manotazo frente a una desorganización brutal de parte de las fuerzas armadas del estado y de una descoordinación extraordinaria de diferentes agencias del gobierno… ésto le da (al Cártel de Sinaloa) más capacidad de intimidación y puede atizar conflictos en otras regiones”.
De hecho, eso lo pudimos ver en el proceso electoral recién concluido.
ASESINATOS: 91 POLÍTICOS Y 35 CANDIDATOS
En la “mañanera”, el presidente López Obrador afirmó que el proceso electoral transcurrió en “paz social y paz política”. Puede ser, en el particular, muy privado mundo en que vive el Primer Magistrado del país, pero las cifras arrojan de momento, 91 políticos y 35 candidatos, el 80 por ciento de partidos de oposición, asesinados durante el proceso.
Y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó tajante que los crímenes “no tienen nada que ver con la política”.
Como cuando Trump reclamó el paso por territorio mexicano de 144 mil migrantes centroamericanos rumbo a EU, doña Olga dijo muy despreocupada: “Yo no los ví”.