Voces del Periodista Diario

EU: Batida antimexicana; 2,5 millones deportados

VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George

Según registros históricos, en el marco de los devastadores impactos internos de La Gran Depresión, entre 1929 y 1933 el presidente de los Estados Unidos, Herbert Hoover ordenó la deportación de aproximadamente un millón de mexicanos.

Hasta entonces, era el más alto número de expulsiones de mexicanos desde que se establecieron relaciones entre México y los Estados Unidos.

El presidente demócrata y Premio Nobel “de la Paz”, Barack Obama supera aquel record de Hoover. Para el sexto año de su doble estancia en la Casa Blanca Obama, en uso de sus facultades ejecutivas, ya llevaba deportados más de dos millones 500 mil mexicanos.

Ese proceso se aceleró casualmente cuando, al menos hasta finales de 2006, el gobierno de México presidido por Vicente Fox reclamaba a la Casa Blanca la enchilada completa, según cuño del guanajuatense para caracterizar la demanda mexicana de reforma migratoria.

Debe apuntarse al respecto que la emigración de mexicanos hacia los Estados Unidos se disparó a  partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyas más atroces consecuencias se resintieron en el campo mexicano.

En la puesta en marcha del TLCAN, en 1994 ya ocupaba la Casa Blanca el demócrata Bill Clinton. Ese año estalló el llamado Error de diciembre, maquinado en el eje Nueva York-Washington.

Los efectos socioeconómicos del Error de diciembre de 1994 dieron al fenómeno migratorio nuevos rasgos: Ya no sólo fueron los campesinos los que optaron por la salida de México; obreros y empleados de las grandes metrópolis se sumaron a la huida; les siguieron más tarde profesionales con títulos incluso de posgrado.

Hasta febrero de 2013, en su carácter de jefa del Departamento de Estado acompañó a Obama la ex senadora demócrata Hillary Clinton, de suerte que no fue totalmente ajena a la política de expulsión de mexicanos del territorio estadunidense, así la estrategia haya estado a cargo del Departamento de Seguridad Interna y agencias de Migración.

Hillary y sus reportes sobre Derechos Humanos

Como miembro de la Cámara alta en El Capitolio, dicho sea de paso, no se conoce actuación relevante de la senadora Clinton en favor de la reforma migratoria.

Con independencia de ese hecho, está el desempeño de Hillary Clinton como responsable de la política exterior del imperio.

En esa función, la demócrata Hillary Clinton estampó su firma en los reportes anuales que el Departamento de Estado presenta sobre la situación de los Derechos Humanos en el mundo.

De manera reincidente, esos reportes incluyeron una tácita condena al Estado mexicano por violaciones -por omisión o comisión- de los Derechos Humanos en nuestro país.

Así sea tímidamente, el gobierno de México pretendió desacreditar y refutar la información, análisis,  conclusiones y recomendaciones de los reportes sobre tan grave materia.

Desde esa perspectiva, resulta inexplicable y de algún modo injustificable la actitud injerencista asumida por algunos sectores locales en el proceso electoral interno de los Estados Unidos.

Más reprobable aún, la inducción oficial a los medios de comunicación nacionales,  pretendiendo orientar el voto de los mexicanos con derecho electoral en los Estados Unidos, para favorecer al Partido Demócrata y a su candidata Hillary Clinton.

No es suficiente, a ese fin, argumentar las amenazas que el energúmeno republicano Donald Trump esgrime como banderas de su campaña. Lo de Trump es, hasta ahora, palabrería. Lo de Clinton son acciones documentadas.

En última lectura, es derecho soberano de los ciudadanos estadunidenses votar por quien mejor les parezca.

¿Con qué autoridad moral y política se exigiría a los estadunidenses no entrometerse en las elecciones generales en México en 2018? Ésta es la gran cuestión.

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