Voces del Periodista Diario

Francotiradores al ataque

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

Por sistema, entendemos la densa figura que encarna el Estado neoliberal.

La mayoría de los politólogos ha concluido que la jornada electoral del pasado 1 de julio fue la fase culminante de la resistencia de los mexicanos antisistema.

La purga del aparato burocrático -consustancial de todo cambio de administración- no alcanza, sin embargo, a los llamados órganos autónomos del Estado. Autónomos, pero costosos.

En estricto rigor, esos entes son componentes del sistema, pero su autonomía sólo puede ser cuestionada en casos excepcionales por las cámaras legislativas de las que depende el nombramiento de sus integrantes, estén aupados bajo la denominación de comisionados o la de consejeros.

Tentación de usurpar la facultad del legislador

Blindados bajo ese ropaje, vemos a algunos de esos burócratas tentados a usurpar o suplantar la función del legislador en aspectos fundamentales de la cuarta transformación, que requieren la sanción del Congreso de la Unión, a su vez titular de independencia frente a otros poderes.

Es el caso del presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, Gabriel Contreras, quien hace labor de zapa en la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF).

El punto respectivo en cuestión establece la facultad de la Secretaría de Gobernación de concentrar la gestión de los medios públicos de comunicación en los despachos de Bucareli.

No importa cuán empapado esté Contreras en las humedades del Derecho. Para decirlo pronto, es cuate del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Compañeros de alma mater -la Escuela Libre de Derecho-, el michoacano favoreció a Contreras con varios encargos públicos, entre ellos el de Director General Jurídico de Normatividad y Consulta del IPAB.

El IPAB es el depósito de la podredumbre del Fobraproa. El déficit de esta inmunda cloaca, convertido en deuda pública, se aproxima al billón de pesos. ¿Se puede tener autoridad moral para disfrazarse de defensor de la autonomía editorial, según dice Contreras, amenazada por la LOAPF? Juzgue el lector.

Autonomía editorial y comisarios al acecho

Autonomía editorial: Pocas semanas antes de las elecciones generales de 2018, se dictó un manual por el cual los conductores de medios electrónicos tendrían que interrumpir su emisión para precisarle a la audiencia qué contenidos correspondían a noticias y cuáles a opinión.

La coartada retórica consistió en el supuesto de evitar la publicidad engañosa y la propaganda encubierta.

De ello resulta que La espada de Damocles sobre la Libertad de Expresión y el Derecho de Información es buena, si el filoso artefacto lo blande una autoridad, y es mala si la esgrime otra autoridad. En última lectura, todo queda entre autoridades del Estado. Es cosa de exigir: No me defiendas, compadre.

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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