Voces del Periodista Diario

Genaro García Luna y la telenovela turca

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Siempre que se noticia la captura de un pez gordo del crimen organizado, se echan a funcionar las videocaseteras y nos parece estar siguiendo una teleserie turca: Tres, cuatro, cinco temporadas; 250 a 300 capítulos, mínimo. Siempre terminamos como empezamos. Es la historia de nunca acabar.

Joaquín El Chapo Guzmán Loera está bien preso en una cárcel de Nueva York. Pero su biografía se desanda y nunca desaparece del primer cuadro de la escena. Hoy se vuelve a recordar que el sinaloense fue El Capo del sexenio de Vicente Fox después de su fuga el 19 de enero de 2001 del Reclusorio de Puente Grande, Jalisco.

La cita del célebre Don Joaquín está hoy en todos los medios en ocasión de la captura de Genaro García Luna, apenas un hilo de la densa madeja.

Recomposición del mercado de la droga en 1988

Desde 1988 se dieron evidencias de que se preparaba una recomposición en el control del mercado de las drogas: Territorios, concesionarios, desplazados y encumbrados. Para 1989 la mira ya estaba puesta en los capos del Pacífico (Sinaloa como primer objeto) en beneficio del Cártel del Golfo.

Ese año, la administración de Carlos Salinas de Gortari fusionó varias agencias estatales para darle forma e institucionalidad al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Los primeros cuatro directores del Cisen fueron Jorge Carrillo Olea, Fernando del Villar Moreno, Eduardo Pontones Chico y Jorge Tello Peón. En los periodos de estos últimos, se emprendió la campaña para atrapar a Guzmán Loera, capturado finalmente el 9 de junio de 1993.

Cuando El Chapo “se fugó” de Puente Grande, el subsecretario de la debutante Secretaría de Seguridad Pública -cuyo primer titular fue Alejandro Gertz Manero- era Jorge Tello Peón. (Hoy se anuncia en el despacho privado de asesoría en seguridad, Madison Inteligencia.)

En días previos al “escape” Tello Peón se ocupó de ríspidos contactos con comisionados de Derechos Humanos nacionales y estatales que habían sacado a balcón la corrupción en el penal jalisciense.

La historia empieza con la Policía Federal Preventiva

Cambio de página: Legalidad, eficiencia, profesionalismo, respeto a los Derechos Humanos para preservar la integridad y patrimonio de las personas, la paz y el orden público.

Fue esa la misión que se confió a la Policía Federal Preventiva (PFP) creada por Ernesto Zedillo Ponce de León en 1999 y formalizada en enero de 2000; integrada por agentes de la Policía Federal de Caminos y la Policía Fiscal. Otros contingentes fueron reclutados de la Armada de México –seleccionados sus mandos por sus anteriores servicios en el Cisen- y elementos del Ejército en retiro.

La PFP fue inscrita en el organigrama de la Secretaría de Gobernación a cargo del oaxaqueño ex gobernador Diódoro Carrasco. En su gabinete apareció Tello Peón.

Como ocurre ahora respecto de la Guardia Nacional, particularmente los agentes de la Policía Federal de Caminos se pronunciaron en resistencia a su nueva asignación.

(Antes de transferirle la banda presidencial a Fox, Zedillo promovió la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para facilitarle la creación de la Secretaría de Seguridad Pública.)

Formado en Miami, a la división de Inteligencia de la PFP

La división de Inteligencia de la PFP había sido encomendada al ingeniero tabasqueño Genaro García Luna, formado profesionalmente en la Universidad de Miami, Florida.  Con independencia de su capacidad como investigador, lo notable de aquellos días fue la cercanía del nuevo funcionario mexicano con el tejano de ascendencia mexicana Jimmy García. Era éste jefe de la estación del FBI en la Embajada de los Estados Unidos en México.

Cuando se estaba estrenando como titular de la SSP, Gertz Manero se tiró a fondo con una batería de auditores sobre la PFP en proceso de extinción.

García Luna no sólo resultó ileso: Fox le concedió la dirección general de la nueva Agencia Federal de Investigación (AFI), adscrita, pero en la práctica independiente de la Procuraduría General de la República, a cargo del general Rafael Macedo de la Concha. La AFI fue una reproducción del esquema constitutivo y operativo del FBI.

La misteriosa muerte, aún no aclarada, de Ramón Martin Huerta

En junio de 2004, causó baja en la SSP Gertz Manero. Tomó su lugar el amigo de Fox y ex gobernador de Guanajuato, Ramón Martín Huerta (rescatado de Gobernación, donde tenía como jefe a Santiago Creel Miranda).

En vuelo al centro penitenciario de Almoloya de Juárez, el 21 de septiembre de 2005, el helicóptero en que viajaba Martín Huerta se “siniestro”. Murió el pasajero principal.

Por la tarde de ese mismo día, la PGR emitió un previsor boletín en que se propuso desmentir una versión surgida en León, Guanajuato, en el sentido de que, a principios de año, en un sigiloso encuentro hotelero, un grupo de malosos había sentenciado a muerte al secretario de Seguridad federal. Se insinuó que aquellos sicarios podrían estar al servicio de El Chapo.

Toda la fuerza del Estado en manos de Eduardo Medina Mora

A la sede vacante de la SSP fue enviado Eduardo Medina Mora, ex director del Cisen con Fox, llamado luego por Felipe Calderón a la Procuraduría General de la República, para aplicar toda la fuerza del Estado en la guerra contra el crimen organizado, iniciada en diciembre de 2006.

(Medina Mora acaba de renunciar a su cargo de ministro de la Suprema Corte- al que fue promovido por Enrique Peña Nietopor razones graves, aún no aclaradas.)

Hace unos meses, todavía el IFAI pretendió abrir el expediente sobre “el accidente” en que murió Ramón Martín Huerta. No lo logró. Como sea, perfilado Medina Mora a la PGR, Calderón requirió los servicios de García Luna en diciembre de aquel año.

Toda la información reservada de que disponía García Luna

Desde su desempeño como jefe de la Unidad de Inteligencia en la PFP, García Luna había armado un amplío dossier informativo sobre cárteles dedicados al tráfico de personas y sus conexiones internacionales en América, Asia y África; de bandas dedicadas al secuestro y la extorsión, etcétera.

Calderón sostuvo a García Luna hasta el término de su mandato, aun cuando la candidata del PAN a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota le imputó disparar fuego amigo contra su campaña.

El reparto en la pérfida historia de la justicia mexicana

Hoy, Genaro García Luna está bajo arresto en Dallas, Texas, acusado por el fiscal Richard Donoghue de conspiración para traficar cocaína a los Estados Unidos y mentir a las autoridades norteamericanas, más lo que se acumule de aquí a que se arme el oficio de consignación a juez.

Vuelven a las carteleras los nombres de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, Diódoro Carrasco, Jorge Tello Peón, Ramón Martín Huerta, Eduardo Medina Mora; quién sabe si el de Santiago Creel Miranda y de algunos prominentes comunicadores; todos, girando en torno al protagonista central: Joaquín El Chapo Guzmán Loera. Una telenovela turca sin solución de continuidad. Es cuanto.   

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