Voces del Periodista Diario

Guerra: Que la voluntad de Dios se cumpla en los bueyes de mi compadre

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

(Cuatro años tiene el Gorila anaranjado haciendo campaña electorera a costa de los mexicanos. Ahora que siente la lumbre en los aparejos por un eventual juicio político, el desquiciado inquilino de la Casa Blanca incita a Andrés Manuel López Obrador: ¡Vamos a la guerra! No se puede descartar, dice The Wall Street Journal, una operación militar de Estados Unidos en México para combatir a los cárteles de la droga.)

Entremés: Hablemos del senador carolino Lindsey Graham

Carolina del Sur es uno de los 50 estados de la Unión Americana. Su economía se desarrolló con base en el trabajo esclavo en las típicas plantaciones sureñas. Cuando Abraham Lincoln decretó la abolición de la esclavitud, Carolina del Sur fue el primer estado que se separó de la Unión en 1860. Ahí se inició la Guerra Civil en 1861. Hoy, la economía del estado se sustenta en la cancerígena industria del tabaco.

En Carolina del Sur nació y se formó universitariamente el senador republicano Lindsey Graham, quien arribó a El Capitolio en 2003, nominado por el Partido Republicano. Acaba de declarar que hay lugares completamente sin ley: En México, hay partes que prefiero estar en Siria antes que a México. De esta insolencia se respeta la sintaxis de quien ostenta el título de abogado.

Conveniente amnesia del senador republicano

Entre 1982 y 1988, Graham perteneció a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Seguramente, el “político” republicano está enterado de que comisiones del Congreso abrieron una investigación respecto de las denuncias en el sentido de que algunos pilotos de la Fuerza Aérea estadunidenses -que asesinaron a cientos de miles de vietnamitas arrojándoles bombas de defoliadores-, utilizaron las mismas naves para transportar a territorio de los Estados Unidos toneladas de opio desde el Triángulo dorado de la droga asiático.

Sabrá Graham, además, que a esas operaciones no fue ajena la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que utilizó el mismo esquema en la Operación Irán-contra (permuta de drogas por armas), esta vez contratando los servicios de los cárteles de Medellín y Cali, Colombia, país que Washington aplicó más tarde un Plan que profundizó el desgarramiento de la sociedad colombiana, drama hasta ahora sin solución de continuidad.

El Irangate fue obra del Partido Republicano con Ronald Reagan en el Salón Oval de la Casa Blanca. Prontuarios de la indagatoria legislativa sobre esa operación contienen testimonios de que se puso a flote un ala del militarismo fascista dispuesta al asalto del poder político.

Droga como política de Estado y para el Estado

La referencia nos sirve para insistir en que la siembra, producción, tráfico y prescripción médica de estupefacientes es, desde el siglo XIX, una Política de Estado y para el Estado, diseñada por las potencias occidentales dominantes a partir del ensayo puesto en marcha desde Londres.

En 1839, estando en el trono la reina Victoria, se defendió a la Compañía de Indias Orientales, acusada por China de invadir con opio su territorio, bajo el deleznable argumento de que el cártel británico era soporte de la economía del Reino Unido.

Dos guerras se dieron en el siglo XIX contra China para mantener el monopolio de la droga en Asia. Por ahí asomaron ya los intereses estadunidenses.

(Para mediados del siglo XX, China Popular tomó la sartén por el mango: Fundo la Compañía Nacional de Comercio, ente estatal que puso las reglas al negocio del opio.)

Lucky Luciano, no más alcohol, vámonos a lo grande

La mafia italiana empezó a sentar sus reales en territorio de los Estados Unidos a partir del último cuarto del siglo XIX. Para principios de nuevo siglo la Onorata Societá ya tenía su cabeza de playa en la costa atlántica.

Nada de alcohol y prostitutas. Vámonos a lo grande, proclamó Lucky Luciano cuando se derogó la Ley de Prohibición. Droga y finanzas es el futuro. Después de La Gran Depresión, el mundo de los capos pasó de la leyenda negra a la historia oficial.

Política de Estado: Durante la Segunda Guerra Mundial, la Casa Blanca requirió los servicios del cártel de Luciano para facilitar, desde Sicilia, el desembarco de tropas de los Estados Unidos rumbo a Europa. El jefe de todos los jefes, cumplió. Algún memorial propone el reconocimiento de Luciano como un verdadero patriota.

Para la segunda mitad del siglo XX, hombres de Luciano contaron, para evitar su encarcelamiento, con los servicios de defensa de un ilustre abogado bajacaliforniano, Richard M. Nixon, llevado hace medio siglo por el Partido Republicano a la Casa Blanca. Cinco años después de su renuncia a la Presidencia, arribó Ronald Reagan, tipificado por algunos escritores estadunidenses como El hombre de la mafia en el Salón Oval.

No importa la vida humana; importa la salud del Tesoro

La política fiscal de Washington está a cargo del Departamento del Tesoro. A sus titulares nunca les ha mortificado mayormente la Salud Pública en los Estados Unidos. Lo que les importa es la recaudación.

Si el de la droga es un negocio tan rentable, que se moche con su cuerno. No es casual, ni gratuito, obviamente, que, cada vez que Washington es obsequiado con un narcotraficante extranjero, su primera penalización es incautarle su patrimonio, aun antes de que exista una condena judicial.

Hace unas horas, el republicano Trump: Este es el momento para que México, con la ayuda de los Estados Unidos, libre una guerra sobre los cárteles de la droga y borrarlos de la faz de la Tierra

La leyenda sobre el dólar estadunidense: En Dios confiamos. Obvio, siempre que la voluntad de Dios… se cumpla en los bueyes de mi compadre. Es cuanto.

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