Voces del Periodista Diario

Hubo una vez la conspiración de Chipinque

El lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

Cuando uno aspira a que el ejercicio de la comunicación social se dé como en la Avenida de la Reforma -de ida y vuelta-, por ahí descubrimos que tenemos algún lector.

A propósito de reciente entrega -¿Un loco a la Presidencia de México?-, un no tan espontáneo corresponsal nos aporta algunos elementos en los que la siquiatría funda sus diagnósticos, a saber:

Negación: Mecanismo de defensa mediante el cual no se consideran aspectos incluso esenciales de la realidad, vividos por el sujeto como desagradables.

Afectación: Comportamiento que se manifiesta en los esquizofrénicos y que se pone de relieve a través de actitudes mímicas, discursos y gestos artificiales extraños y disonantes.

Alucinación: Experiencia sensorial ilusoria, o sea vivida en ausencia de los correspondientes estímulos externos, como oír voces que en realidad nadie ha producido o ver imágenes que no corresponden a personas o cosas efectivamente presentes.

Ansiedad: Miedo indefinido con carácter de persistencia. Representa, en la práctica, una reacción defensiva del individuo ante un peligro, aunque sea puramente simbólico.

Coacción repetitiva: Tendencia a repetir actos, gestos y palabras con perfecto conocimiento de su carácter absurdo e inoportuno. Forma parte del cuadro de obsesiones.

Confusión mental: Disminución de la actividad de la conciencia en diversos grados…

Sentido de culpabilidad: Sentimiento muy penoso derivado del conocimiento de haber infringido códigos de comportamiento o valores éticos y sociales. Sentimientos de culpabilidad retenidos en el inconsciente pueden causar conflictos que lleven a la aparición de situaciones de tipo neurótico.

Sociópata: Individuo que presenta tendencias antisociales, relacionadas con factores socioculturales, así como constitucionales.

Dejamos al lector de tarea seguir la programación televisiva donde incesantemente aparecen a cuadro un selecto reparto de los mismos burócratas, prominentes figuras de organizaciones empresariales, candidatos a puestos de elección popular y “líderes de opinión”: Muchos líderes. Que cada quien ensaye sus propios diagnósticos y documente su intención del voto para el 1 de julio.

Contra López Portillo, sólo un candidato comunista

Por nuestra parte, permítasenos continuar la narrativa sobre experiencias políticas que han primado las sucesivas elecciones presidenciales a partir de 1976, en que el único adversario de la candidatura de José López Portillo, fue Valentín Campa, nominado por el Partido Comunista Mexicano (PCM). “No registrado”, por supuesto.

Ello fue así, porque el Partido Acción Nacional (PAN), a consecuencia de sus desgarramientos intestinos, se vio privado de lanzar candidato. Los otros partidos se adhirieron a la candidatura del priista.

Meses antes de la elección presidencial de ese año, abortó en Monterrey, Nuevo León, lo que se conoció como La conspiración de Chipinque contra Luis Echeverría.

Sobre el Presidente, presiones masivas, ataques

De la minuta que hemos tenido a nuestra vista, rescatamos dos exclamaciones: Desde el México independiente, la propiedad está expuesta con peligrosidad totalitaria al principio de que el Estado puede imponerle las modalidades que dicte el interés público.

Un abogado del diablo de la libre empresa propuso acciones de desestabilización: Nuestra estrategia debe inspirarse en la Ley de Concentración del Esfuerzo en el Punto más Débil: Hay que organizar presiones masivas, con ataques el Presidente…

La sucesión presidencial de 1982 se resolvió en favor de Miguel de la Madrid, quien tuvo como contendiente al panista Pablo Emilio Madero.

Nuestros problemas sólo se resuelven con intervención internacional

En abril de 1983, de la mano del embajador de los Estados Unidos en México, John Gavin, el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, tuvo una presentación en Salt Lake City (Utah).

En ese foro, el representante de los hombres de negocios mexicanos acusó: La votación presidencial le fue robada al PAN.

Según el magnate sinaloense, el nuevo gobierno de De a Madrid implicaba grandes riesgos en un marco de crisis: Peligro de que las tensiones sociales retarden nuestra recuperación económica. Peligro de que el actual sistema se destruya y los activistas y dogmáticos, los que reciben consignas del exterior y los anarquistas, pudieran aprovechar la oportunidad para alcanzar el poder… (¿Dónde se escucha hoy mismo, esa arenga?)

El remedio de los problemas internos de México, según Clouthier: “Ayudas y soportes de tipo internacional”. Lo dejamos en ese punto, y desandamos un año.

Señor Presidente: Nos hizo sentir orgullosamente mexicanos

El 5 febrero de 1982, en curso ya las campañas presidenciales, López Portillo presidió la última Reunión de la Republica, en Guadalajara, Jalisco Fue el escenario donde se comprometió a defender el peso como un perro.

Por primera vez, en esa edición del evento, que se realizaba en el marco del aniversario de la Constitución que congregaba a la clase política, asistió una numerosa representación empresarial. Al anochecer de aquel día, el Presidente, invitado por algunos inversionistas, inauguró un gran complejo hotelero.

En la ceremonia de corte de listón, se escuchó decir al nombrado directivo del CCE, Clouthier: Señor Presidente, su mensaje de esta tarde, nos hizo sentir orgullosamente mexicanos.

Seis meses después, situada la crisis económica en un punto axial, el 7 de agosto López Portillo quiso tener una reunión tripartita en Los Pinos: Empresarios, representación del movimiento obrero y la parte gubernamental. (De la Madrid ya era Presidente electo, pero no estuvo presente.)

Prefiguración de un golpe de Estado incruento

Quiero convencerlos, no vencerlos, dijo de entrada el Presidente. Hizo una relatoría de contenidos de publicaciones extranjeras que tipificó de tendenciosos: Crean alarma en nuestra vulnerabilidad anímica, en nuestra desconfianza y el deseo explicable de seguridad en el ahorro.

Todo ello determinó un movimiento, otra vez, extraordinario en el mercado de cambio y una demanda anormal y excesiva de dólares que amenazan, nuevamente, lesionar nuestras reservas. Muchos cientos millones de dólares fueron tomados de nuestro sistema monetario en unos cuantos días.

Denunció López Portillo que los dólares frescos no sólo servían a los fines que técnicamente convienen, sino para que una clase social que dispone de recursos los use, incluso, para la especulación.

Había, sin embargo, una larvada tensión en el salón del encuentro. Los representantes de los hombres de negocios que parecían escuchar aparentemente no lo hicieron.

Sin darse por enterados del sentido real del mensaje central, la única reacción que expresaron los hombres de negocios fue su exigencia de que fueran cesados los miembros del gabinete económico. Una especie de golpe de Estado incruento, cuando estaba a cuatro meses el cambio de guardia en Palacio Nacional.

Durante todo el año, la delegación de la Secretaría de Hacienda se había movido entre Washington y Nueva York buscando salidas de escape a la Espada de Damocles, representada por la deuda externa, cuando las bóvedas del Banco de México y de algunos bancos particulares se quedaban ya sin un dólar.

Después se vino la campaña México en la Libertad

En la ceguera y la sordera empresarial tuvo su caldo de cultivo la Expropiación Bancaria. La respuesta de los hombres de negocios: La subversiva campaña México en la Libertad, primera con matices de desobediencia civil, si bien enmascarada en el eufemismo “resistencia pacífica”.

Ayer como tragedia, hoy como farsa, según dijo el clásico. Los escenarios económicos de 1980 se reproducen en 2018, pero exponencialmente. Su espejo-reflejo, es la esquizofrenia colectiva.

Ayer, precisamente, al menos dos centrales de agrupamientos de hombres de negocios se lanzaron a la yugular del poder político. En materia de seguridad, el planteamiento se puede comprimir en dos palabras: ¡Ya basta! Es cuanto.

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