Con el inicio del año nuevo, al menos 6.4 millones de mexicanos recibirán un aumento salarial de 20%, obligatorio. Se trata de los trabajadores que sobreviven atados a un modesto salario mínimo. Estos pasarán a ganar 207.4 pesos al día en el año 2023, conforme al acuerdo oficial.
Se sabe por encuestas del INEGI que son más de 18 millones de trabajadores los que laboran con salario mínimo. Sin embargo, no hay la certeza de que todos reciban el incremento por estar -al menos 12 millones-, en la informalidad.
Mucho ha festejado este gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador los aumentos “históricos” otorgados al salario mínimo, durante sus ya cuatro años en el timón de México.
En efecto, durante el largo túnel de gobiernos neoliberales que padeció el país -de más de 30 años- el salario mínimo de los trabajadores en los hechos se congeló. Así lo mantuvieron tramposamente con el cuento de que los aumentos mayores, desatarían la inflación.
Como agravante, debe señalarse que en esa infausta época neoliberal la inflación en productos y servicios se mantuvo elevada en productos básicos, aunque moderada en promedio y maquillada a final de cuentas por los perversos tecnócratas del Banxico, de INEGI y sus comparsas gratuitos.
El resultado estaba a la vista de todos: más empobrecimiento y miseria de las familias; más informalidad, y más delincuencia común.
Y llegó el 2018, con un nuevo gobierno, pujante, con toda la determinación para realizar ese viejo sueño de recuperar el poder adquisitivo para los trabajadores. Excelente.
Pero también llegó la pandemia y la especulación por la supuesta escasez de productos básicos. Como para acabar de rematar la esperanza acumulada, estalló la guerra en Ucrania, con sus ya conocidos efectos inflacionistas letales.
Hay que señalar que previo al grave problema viral, la economía mexicana había entrado en recesión, desde el primer año de este gobierno, por complejidades políticas y económicas.
De tal suerte que los trabajadores no pueden ver la ansiada recuperación del poder adquisitivo.
Mientras los factores de la economía y del gobierno sigan fracasando en el control de la inflación; los aumentos salariales tardíos e insuficientes frente a la inflación, seguirán manteniendo la maldición interminable.
Cuatro millones más de pobres arrojan los conteos del Consejo Nacional de Evaluación de las políticas públicas (CONEVAL)… Al menos que el gobierno tenga otros datos.