La Piedra en el Zapato
Por Abraham García Ibarra
Para 1937, los simpatizantes en México del nazifascismo expresaban su beneplácito por la respuesta de “todos” los embajadores y ministros de las “repúblicas hermanas” acreditados en nuestro país, a la convocatoria, en La Habana, al Primer Congreso Iberoamericano Anticomunista.
Se cita específicamente a los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay, Costa Rica y Nicaragua. Aleatoriamente, con la petición de hacerla llegar al Emperador Hirohito, se entrega al encargado de negocios de Japón en la Ciudad de México, M. Izawa, una comunicación, a saber:
En defensa de la civilización, de todo lo bueno que largos años de esfuerzos de generaciones han conseguido, ha sido iniciada por los fuertes pueblos japonés y alemán y todavía no se pueden calcular los resultados y los hechos de semejante labor, pero sin duda pronto los países débiles, los grupos oprimidos por el terror rojo, y en general, todo aquello que represente la salvación espiritual, se verá a cubierto de esa monstruosidad que está condensada en la Internacional Comunista.
Para Hitler, el mensajero sería el ministro de la República Alemana en México, Barón R. Von Kollenberg: En consecuencia, nosotros hemos visto la promulgación del pacto (de El Eje) como uno de los hechos que firmemente ayudarán a aumentar las defensas de nuestra raza: las defensas de las patrias europeas y americanas. Corresponde al Gobierno de su Excelencia haberla iniciado, para honra de Alemania y prestigio del Führer Canciller Adolfo Hitler.
Invariablemente ese tipo de correspondencia la firma el ingeniero Gustavo Sáenz de Sicilia, jefe de la Confederación de la Clase Media (CCM), fundada en junio de 1936.
Es de hacer notar que en el directorio de la CCM apareció el nombre Querido Moheno. Si no se trata de un homónimo, estaríamos hablando de quien fuera Ministro de Relaciones Exteriores del asesino de Francisco I. Madero, Victoriano Huerta (si bien confunden dos fechas de su fallecimiento, 1933 o 1935).
Bebiendo el espíritu propagandístico de Goebbels
La CCM bebió del espíritu y las técnicas propagandistas de Goebbels para desestabilizar y derrocar al gobierno de Cárdenas.
Entre la folletería repartida abundantemente por la CCM destaca la Cartilla del Comunista conteniendo 149 preguntas, con respuestas explícitamente fabricadas.
Respecto de las políticas cardenistas: ¿Por qué ha salido perjudicado el obrero? ¿Por qué se ha burlado al campesino? ¿Cuántos años tiene ahora el campesino que lo explotan en el agrarismo? ¿En dónde pueden el campesino y el obrero encontrar defensa contra el comunismo…?
“En las organizaciones gremiales y de empresa que estudien sus propios problemas y el mejoramiento de cada negocio para beneficio de los mismos obreros”.
Obviamente, en las respuestas se encuentran dos fines: Soliviantar a la clase trabajadora contra las nacientes centrales, como la Confederación de Trabajadores de México y la Confederación Nacional Campesina. En este segundo frente, el gancho es convertir al peón en propietario.
El segundo: Atraerse la simpatía y el dinero de la clase patronal para financiar a los grupos de resistencia en los que se incluye a la comunidad estudiantil de la Ciudad de México “ya que su tendencia es crearle diferentes y múltiples focos de agitación al gobierno federal en todos los sectores”.
Aparece la Coparmex denunciando a los “enemigos del capital”
A ese efecto, de una activa campaña disolvente, la CCM articula a Acción Cívica Partido de la Clase Media, Acción Cívica Nacional, Partido Antirreleccionista, Comité Nacional Pro-Raza, Unión de Comerciantes Mexicanos, Juventud Nacionalista Mexicana, Partido Social Demócrata, Unión de Colonos del DF, Frente de Comerciantes y Empleados, Alianza de Campesinos, Partido Acción Nacional (precedente del PAN, fundado hasta 1939), Liga de Defensa Mercantil. Algunos meros membretes empleados para simular fuerza orgánica y justificar las exacciones a los empresarios temerosos.
En otra estructura aparece la Confederación Patronal de la República Mexicana (para entonces ya protocolizada notarialmente en 1936) y los centros empresariales, que encuentran en el gobierno de Cárdenas el enemigo del capital.
Como la CCM y compañeros de viaje, la Coparmex y sus filiales recurren a exigencias económicas que les son satisfechas, de entrada. por el gobierno de San Luis Potosí a presión del general Saturnino Cedillo.
En la división del trabajo, la citada anteriormente Asociación Revolucionaria Mexicanista (ARM) muda su membrete a Unión Nacional Mexicana (UNM), una de cuyas circulares convoca a mantener la organización de “todos nuestros compañeros” para seguir el ejemplo de España y Alemania y de muchas naciones cultas europeas y americanas, castigando a los que niegan la existencia de Dios y divulgando la corrupción social pagados por la Rusia Roja.
Algunas manos peludas que movían la cuna
Para ese momento, ya se identifica como agentes del Nacional Socialismo “a los señores Beick, Samborns, Sommer, Bocker y Estein, todos ellos alemanes…”.
Se ubica también a Pablo Massoni, quien había pertenecido al Ejército italiano en 1918 y quien operaba principalmente en Yucatán, donde su contacto es Orlando Herrera Moguel, ex funcionario de la Secretaría de Agricultura. En esa entidad ya está activa la Avanzada Cívica Yucateca.
Entre Puebla y Oaxaca operan ya comandos de la Asociación Revolucionaria Mexicanista.
La cruzada contra la Ley de Expropiación aplicada por Cárdenas
El momento de implosión en el interior del Estado mexicano se da con el decreto de Expropiación Petrolera en marzo de 1938.
Tres meses después, en mayo, la Coparmex demanda al Centro Patronal del Distrito Federal recursos a título de préstamo para combatir la Ley de Expropiación en unión de otras instituciones patronales de la República.
A ese fin, se hace visible una relación de apoyo del gobierno de Texas, al general Cedillo.
En septiembre de 1937 ya se había detectado un tren de ferrocarril cargado con explosivos, parque y armamento con destino a San Luis Potosí, donde se están construyendo bombas explosivas para aeroplanos y bombas de mano. En el mismo estado, la Compañía Telefónica Mexicana dota al gobierno del estado de instrumental de comunicación.
Se sabe ya que los Caballeros de Colón colectan en Estados Unidos dos millones de dólares para el general Cedillo, quien habría recibido los primeros diez mil dólares desde Nueva York. Aquí mismo se sabe que agentes de Cedillo han comprado dos aviones de guerra a la Howard Air Craf Company, de Chicago.
Enrique Sáenz de Sicilia, de la CCM ya había tenido un encuentro con agentes del Departamento Estado de Roosevelt en La Habana sin encontrar eco a sus planes. Conectó con el coronel Fulgencio Batista.
Para enero de 1938 infidentes informan a la Procuraduría General de la República que por aduanas de Tamaulipas están pasando armas y parques.
El Tercer Reich está armando secretamente a los cedillista
En febrero, La Prensa, de San Antonio, Texas, publica un reporte en el sentido de que el diputado O’Conell revela en Los Ángeles, California, que El tercer Reich está armando secretamente a los partidarios del general Cedillo
El 19 del mismo mes se revela que el ingeniero callista Luis L. León conferenció con el general Nicolás Rodríguez Carrasco, jefe de Las Camisas Doradas, en El Paso, Texas.
Indagatorias de la PGR concluyen que la American Smelting and Refining Company entrega periódicamente subsidios a Cedillo, revelación que se asocia al dato de que potosino Alfonso Noyola, hermano de Benito, abogado consultor de la Huasteca Petroleum Company, gestiona empréstitos en los Estados Unidos con corporativos petroleros, para financiar el levantamiento.
Otro gestor es el ingeniero J. de Jesús Urquizo, de quien se descifra un cable dirigido desde Nueva York a Cedillo, en el que informa que el asunto Smith arreglado. Ofréceme dar cheque a cargo de Londres, contra compromiso documento firmado por usted.
Demasiados elementos documentales. ¿México estuvo o no en la mira del nazifascismo? Acaso el desenlace de esta historia merezca otro capítulo. Es cuanto.