Por Cnl My (R) Gabriel Camilli
Las operaciones en Ucrania, en Palestina, en Siria etc. nos muestran que la guerra actual no difiere mucho de todas las que la precedieron y seguramente seguirán. Lo que cambia, porque está ligado al tiempo y a la época es la técnica, es decir, las herramientas y sistemas utilizados para combatirlo.
Decíamos que “en este sentido, referirse a la Segunda Guerra Mundial como término de comparación para un gran conflicto regular y simétrico es inevitable, pero engañoso. De hecho, ese mundo desapareció en gran medida con Hiroshima y la era de la electrónica y la cibernética contribuyó a sepultarlo, ampliando el campo de batalla a espacios inimaginables”.
La Guerra actual, ‘Guerra Sin Restricciones’, es, como se mencionó, una hiperextensión del campo de batalla. Quedan muy lejanos los tiempos de Austerlitz, de las Ardenas e incluso de Stalingrado, donde el ruido de los cañones y el polvo marcaban el lugar del enfrentamiento.
Hoy esto se ha expandido, en primer lugar, a la dimensión inmaterial del ciberespacio que ahora envuelve todo el planeta y en el que flota, no sin cierto peligro, todo el Occidente industrializado y avanzado.
El segundo entorno operativo es el del espacio ultraterrestre. Por encima de los 100 kilómetros de altura, donde no es posible ningún vuelo apoyado en la aerodinámica terrestre, se abre un territorio completamente nuevo.
Es innegable que, con la llegada de la era digital y su expansión hacia las redes de datos y la interconexión global, el ciberespacio, este dominio inmaterial, se ha transformado en un campo de batalla concreto.
De hecho, el daño que una acción hostil causaría a la red mundial de datos es absolutamente concreto y nada inmaterial.
En efecto, los mercados financieros, las redes energéticas, el control del tráfico marítimo y aéreo y los sistemas administrativos de estados enteros dependen de la capacidad, ahora dada por sentado, de intercambiar una enorme cantidad de datos en muy poco tiempo. Interrumpir o degradar de algún modo esta capacidad vital es, en sí mismo, un objetivo que vale la pena para cualquier potencia en guerra con otra.
Hemos podido observar que se desarrollan una serie de medidas hostiles y extremadamente dañinas que, sin embargo, no conducen a acciones cinéticas reales.
El nuevo entorno operativo, llamado por simplicidad ciberespacio, exige que todos adopten medidas, establezcan unidades especializadas y desarrollen una doctrina de uso precisa y expresamente dedicada a contrarrestar esta amenaza inmaterial pero siempre inminente.
El quinto dominio operativo merece una discusión aparte: el espacio extra atmosférico. Este es el ambiente de los satélites.
Los hay de todos tipos y en cantidades muy grandes; desde los meteorológicos hasta los satélites de telecomunicaciones, desde los de mediciones terrestres hasta, obviamente, los satélites militares.
Se trata en gran medida de sistemas para la vigilancia de grandes áreas, dedicados a la función de inteligencia.
En la práctica, el número y la sofisticación de estos dispositivos han privado casi por completo a cualquiera de la posibilidad de mantener algo verdaderamente secreto. Se podría decir que esto dificulta el principio de sorpresa y, por eso, se están desarrollando una serie de posibilidades para cegar la red de satélites del oponente en beneficio de la propia.
Sin duda, esto sigue siendo una posibilidad en manos de algunas potencias tecnológicamente muy avanzadas, pero nada excluye que en el futuro podamos asistir a una cierta “democratización” de los armamentos también en este sector.
LOS INGENIOS MILITARES
Decíamos en nuestro artículo: Ucrania, ‘los ingenios militares’ y el dinero, el 16 de juliio de 2023: “El conflicto en desarrollo en Ucrania proporciona datos valiosos sobre la eficacia (y la eficiencia) de los diversos sistemas de armas empleados. En forma progresiva han ido ingresando al campo de batalla diversos ‘ingenios militares’ de ambos bandos: desde los MLRS (Multiple Launch Rocket System) M-142 Himars, hasta las municiones merodeadoras Switchblade además de los misiles de defensa aérea Iris-T, los obuses autopropulsados Pzh-2000 y diversos tipos de UAV (vehículos aéreos no tripulados) y UCAV (vehículos aéreos de combate no tripulados)”.
También se están probando nuevas armas en el lado ruso: debut para el misil de crucero hipersónico Kh-47M2, que se ha utilizado con varios otros instrumentos de guerra como el Su-57, el Uran-6 UGV (vehículo terrestre no tripulado), el UCAV Orion y vehículos de combate blindados BMPT-72 ‘Ramka’ aunque es también conocido como ‘Terminator’.
Por primera vez, las armas de la OTAN se están utilizando a gran escala contra las fuerzas armadas rusas, y esto proporciona a ambas partes información valiosa sobre el rendimiento de sus equipos.
Atención; para tener en cuenta: el auge de los drones baratos. (Para tomar nota para nuestra propia defensa nacional).
¿Por qué es importante? Estos ‘ingenios militares’ son impulsados por materiales accesibles y baratos y, según vemos, están trastocando décadas de planificación, gasto y dominio militar.
“La amenaza es compleja, omnipresente y realmente está transformando el aspecto del espacio de batalla”, dijo el subsecretario del ejército estadounidense, Gabe Camarillo.
Como ejemplos podemos destacar (siguiendo un artículo publicado por Axios.com):“En Ucrania, los cielos están repletos de sistemas aéreos no tripulados que pueden guiar los bombardeos o actuar como bombas. Según se informa, las fuerzas ucranianas retiraron del frente los tanques M1A1 Abrams proporcionados por Estados Unidos debido a la amenaza.
La serie de drones Shahed de Irán estuvo en el centro de su bombardeo de Israel en abril. En el ataque se utilizaron más de 300 drones y misiles. Los drones norcoreanos cruzaron la frontera y amenazaron la capital de Corea del Sur. Seúl se comprometió a reforzar las contramedidas y estableció un comando centralizado de drones.
Los rebeldes hutíes están lanzando drones cargados de explosivos para extender su alcance a las aguas frente a Yemen, donde Estados Unidos y sus aliados están respondiendo con municiones mucho más caras. Los drones suministrados desde el extranjero, incluido el Mohajer, están alimentando la sangrienta guerra civil de Sudán”.
En los últimos dos años se ha producido un rápido desarrollo en el campo de los drones voladores. Pero también debemos preguntarnos: ¿cuál es el desarrollo de los vehículos terrestres no tripulados? Y si ¿los drones terrestres desempeñan un papel en la guerra en Ucrania?.
Podemos observar que su papel aumenta constantemente. Son especialmente adecuados como elemento de apoyo para la exploración y el reconocimiento. Si una sección se identifica como menos fortificada o apenas defendida, mediante el uso de un robot terrestre no tripulado, es posible agregar sistemas tripulados. Si hay una reacción defensiva masiva, sólo se perderá el robot, pero no los soldados.
CONCLUSIÓN
Los sistemas no tripulados pueden variar desde aquellos parecidos a juguetes y producidos en masa hasta aquellos de alta tecnología y costosos. Se pueden utilizar para vigilar, transmitir información, engañar y atacar, todo ello manteniendo al usuario fuera de peligro.
Los drones con vista en primera persona, populares en Europa del Este, pueden costar tan solo 500 dólares. Están equipados con componentes baratos y pueden destruir objetivos mucho más grandes, como tanques.
Irán está armando a grupos cercanos y a combatientes rusos lejanos con drones, que un experto comparó con un “misil de crucero de pobres”. Los bombardeos constantes paralizan el movimiento en tierra y agotan las defensas aéreas.
El uso comercial de drones “alcanzó la mayoría de edad” en la guerra civil siria, dijo Samuel Bendett, experto del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense y del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Su aplicabilidad quedó aún más subrayada por los combates en Nagorno-Karabaj. (Lo hemos dicho anteriormente).
COMPETENCIA ENTRE LOS GRANDES
“El ejército estadounidense tiene una ventaja tecnológica sin precedentes. Pero otros países se están moviendo muy rápidamente en términos de adopción de capacidades tácticas, que ahora están muy por delante de cualquier cosa que tenga la OTAN o, incluso, Estados Unidos”, dijo Bendett y agregó: “Los rusos afirman oficialmente que ellos y los ucranianos están por delante del mundo entero en lo que respecta al uso de drones tácticos, FPV y cuadricópteros”.
Lo que estamos viendo: los beligerantes de esta guerra mundial por partes, están invirtiendo dinero en tecnologías no tripuladas. ¿Y por casa cómo andamos?
Desde 2020 hasta ahora, y durante los próximos 20 años, avanzaremos hacia un mundo de drones inteligentes y asequibles.
Si despertamos a tiempo, la Argentina puede lograr estar a la altura, tenemos la inteligencia y la capacidad. ¿Tendremos la voluntad de hacerlo?