¿Abuso laboral disfrazado?
“Si bien se puede trabajar media o una hora, eso no garantiza que haya un ingreso digno, por lo cual, la mayoría de los trabajadores lo hace de forma intensiva, con más de ocho horas”, señala el especialista.
“Aun cuando un trabajador de plataformas decida libremente su horario, lo haga con herramientas propias, no es cierto que se mande solo, por decirlo de forma coloquial, no es cierto que él tome las decisiones, totalmente, de forma autónoma, porque no es dueño de la aplicación, ni es el dueño del algoritmo y, al usarlo, se somete a una serie de instrucciones veladas que, de no obedecerlas, tiene una repercusión en su ingreso”, analizó Aparicio Velázquez.
“Hay todo un movimiento de las aplicaciones para que esto no sea así, porque implicaría un costo [para las empresas] mucho más alto. Y lo que han dicho muchos académicos, es que su valor, como empresa, está sustentado en evadir derechos laborales, lo cual no es correcto”, explica el abogado.
“Ni un repartidor menos”
“Ese ha sido uno de los mayores problemas que hemos sorteado como repartidores. Los hechos viales con muy cotidianos, tanto por descuidos del propio repartidor, como por descuidos de la persona que conduce, imprudencia de la persona que conduce o, incluso, la saña con la que otras personas que manejan vehículos más pesados; lo hacen, porque saben que son impunes”, relata.
Acoso y violencia de género, otra realidad
“En el colectivo [Ni un repartidor menos] tenemos una compañera que, desafortunadamente, fue secuestrada en Polanco [una de las zonas más exclusivas de la capital mexicana], y la aplicación en ese momento no hizo nada”, comparte Saúl.