Voces del Periodista Diario

Los Recursos Naturales son Fuente de Vida y Progreso

Ambiente y Desarrollo

Por Juan José Agustín Reyes Rodríguez (*)

La Administración Pública Federal tendrá un cambio de gobierno, con otros actores políticos, por la voluntad mayoritaria de los ciudadanos.

La administración de los recursos forestales requiere de una visión diferente a la prevaleciente en los sexenios ambientalistas, economicistas y anti forestales. Los resultados han sido contrarios a los esperados con esa visión: mayor degradación y destrucción de bosques, selvas, semidesiertos y humedales; así como el lastre de leyes, reglamentos, decretos, acuerdos, normas oficiales y otras complicadas disposiciones administrativas, cuya interpretación y poco cumplimiento contribuyen a esas situaciones.

Existe una macrocefalia burocrática en la Ciudad de México y en las capitales de los estados, al tiempo que hay un cuerpo operativo reducido a su mínima expresión; esto hace que haya una ausencia institucional en las zonas forestales e incapacidad de respuesta oportuna a las demandas sociales, así como desconfianza y poca credibilidad en el gobierno.

La cuenca del Valle de México originaria. (Tomás Filsinger)

Las inversiones públicas destinadas a los recursos forestales son inequitativas e insuficientes, comparadas con las autorizadas para los programas de apoyo a los sectores agropecuario, de infraestructura carretera y turística y al presunto combate a la pobreza.

México, con un potencial forestal, tanto maderable como no maderable, ha estado marginado del desarrollo real, cuando podría constituirse en el segundo o tercer sector económico más importante del Producto Interno Bruto, como sucede con los países nórdicos. Por lo contrario, se han destruido y degradado más de 35 millones de hectáreas forestales por las políticas agropecuarias y desarrollistas; como por ejemplo el aguacate, que si bien es un producto principal de exportación, el costo de la destrucción de miles de hectáreas de bosques altamente productivos en Michoacán, Jalisco y Estado de México, por mencionar algunos estados, es mucho más alto que el valor de la producción de ese fruto. Son beneficios privados con altos costos públicos.

Riqueza forestal de México. (SEMARNAT)

La nueva administración, que ofrece una Cuarta Transformación, deberá reflexionar sobre las políticas y acciones que se han implantado en las últimas décadas, ya que por un lado hemos escuchado vibrantes discursos por la conservación de los bosques y selvas, y hasta han sido declaradas como de prioridad nacional, pero en los hechos se queda en palabras. LOS DISCURSOS SIN RECURSOS SON DEMAGOGIA. No obstante, si hay que destacar que durante la administración de Fox, se creó la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), como importante respuesta a las demandas del sector forestal. Sin embargo lo que inició como un importante proyecto de cambio y proyección forestal, se fue burocratizando de tal manera que al principio su gasto de administración era menor al 10% del presupuesto total y que ahora es más alto, concentrando más personal administrativo en sus oficinas centrales, que el personal operativo en los estados. Tiene un reducido presupuesto, que pasó de más de 5,000 millones de pesos desde su creación en 2001, a poco más de 1,000 millones en este año. Esta es una Comisión que se debe reforzar y relanzar con mayor énfasis y recursos económicos, materiales y sobre todo técnicos.

Por otro lado, los últimos gobiernos han presumido de la creación, por decreto, de millones de hectáreas de Áreas Naturales Protegidas en todo el país, sin que haya realmente un manejo real de sus recursos que permita, por un lado generar empleo e ingresos para sus habitantes y al mismo tiempo conservar sus recursos naturales y no quedarse solamente en las prohibiciones o limitaciones a las actividades forestales y, paradójicamente, permitiendo actividades extractivas como las devastadoras minas a cielo abierto, la fractura hidráulica o Fracking, destrucción de manglares para el turismo, desmontes agropecuarios, infraestructura vial y aeroportuaria, como el nefasto ejemplo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en el lago de Texcoco, que está causando una devastación ambiental que no se ha querido reconocer por el actual gobierno y los empresarios involucrados.

Es importante hacer un alto en el camino y explorar nuevas estrategias, partiendo del principio que los campesinos, las comunidades indígenas y los pueblos originarios, son los primeros responsables de cuidar, conservar y aprovechar sus recursos naturales y ser los primeros en recibir sus beneficios o sus perjuicios.

Es tiempo de dar un giro de 180° para atacar las causas de la destrucción forestal en sus raíces y no seguir perdiendo el tiempo con las mismas prácticas y concepciones ambientalistas y economicistas. La mejor manera de conservar los recursos naturales es cuando los campesinos ven reflejados los beneficios económicos tangibles y palpables en sus bolsillos y en sus familias.

Recursos Forestales. Estado de Morelos. (JJARR)

Se requiere hacer un cambio de actitud hacia los recursos naturales, entender su importancia económica, social y ambiental; adecuar las estructuras orgánicas para tener oficinas operativas ágiles, eficientes y comprometidas, con presencia en el campo y recuperar la capacidad de respuesta institucional, fortaleciendo la Comisión Nacional Forestal, como la institución de vanguardia que le corresponde en este nuevo gobierno, manteniendo su condición de Organismo Público Descentralizado.

Es determinante el factor humano. Por ello, es conveniente descentralizar funciones y responsabilidades, fortalecer el desarrollo profesional de los prestadores de servicios técnicos forestales, con una participación directa de los núcleos agrarios, eliminando subsidios y apoyos a organizaciones “cazuelas” y de membrete.

La persistencia de la agricultura y del desarrollo orgánico del país, depende en gran medida de la permanencia de los recursos forestales, que son los primeros captadores y reguladores del agua de lluvias que cae en las cuencas hidrológicas, ya que permiten su infiltración a los mantos freáticos y escurrimiento lento hacia las partes bajas de las mismas; por lo tanto, cuando desaparecen los bosques, selvas semidesiertos, humedales y otros ecosistemas forestales, se pone en riesgo la vida de seres humanos, plantas y animales.

Sólo recuerden que los Recursos Naturales son Fuente de Vida y Progreso.

(*) Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques, de la Escuela Nacional de Agricultura, Chapingo, México; Maestro en Ciencias y Candidato a Doctor de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, Mich. EUA; Consultor en Recursos Naturales, Ambiente y Desarrollo.

Anteriormente colaboró con los diarios El Universal Gráfico y Vértice de Chilpancingo; participante en los programas radiofónicos de Fórmula Universal, en Radio Fórmula, Radio 13 y Radio Mexiquense, conducidos por Alfonso Anaya Maya, cerrados por ser voces críticas.

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