Por Matteo Castagna
Las principales técnicas de condicionamiento mental, fueron estudiadas y codificadas por dos psiquiatras estadounidenses: Margaret Thaler Singer y Richard Ofshe.
En 1990, publicaron el folleto “Programas de reforma del pensamiento”, que proporcionaba seis condiciones para la manipulación de la mente. Se trata precisamente de un conjunto de técnicas de lo que los académicos estadounidenses llaman “Mindfucking”, literalmente “interferir en la mente” con el fin de aumentar el poder, en manos de unas pocas élites globalistas.
1) Mantener a la persona inconsciente del proceso y de sus finalidades.
2) Verificar el momento y el entorno físico en el que vive la persona.
3) Crear una sensación de miedo, ansiedad, inseguridad, dependencia, alienación, soledad.
4) Borrar progresivamente todos los hábitos y comportamientos previos propios de la persona, o distorsionarlos, eliminando cualquier identidad, sentido de comunidad o comunidad de destino.
5) Inculcar nuevos comportamientos y nuevos hábitos, es decir, reeducación masiva.
6) Fijar todo en un Sistema que proporciona motivaciones y justificaciones aparentes, como la emergencia, el sacrificio necesario por el propio “bien”, el sentimiento de culpa si no se respetan las reglas, la demonización del rebelde. En esencia, es necesario impedir cualquier forma de crítica al nuevo Sistema, también a través del control social, que quita la autoestima, mortifica, debilita, deprime y, en algunos casos, humilla amargamente, especialmente al destruir a la Familia como célula fundamental de la civilización.
Mientras que, en los sistemas totalitarios del siglo pasado, especialmente el comunismo, apuntaban a cambiar la percepción de la política, las seis indicaciones de Singer apuntan a algo mucho más terrible y con efectos impredecibles, de persona a persona, porque apuntan a cambiar la percepción de sí mismos. , de la realidad y de su propio sentido existencial. El sueño de la personalidad generará monstruos, o en todo caso generaciones que creen en la ilusión y la confusión constante entre deseo, derecho, deber, verdad, bien y mal, verdad y error, con la inversión amoral subjetiva de cada uno. Principio religioso y ético.
La “sociedad woke”, por ejemplo, es una ideología que, cuando se aplica a gran escala, se convierte en todos los aspectos en la religión global a la que todos deberían adaptarse. Quieren la postración de los blancos, heterosexuales y cristianos.
San Francisco de Sales (1567-1622), se torna profético al aconsejar ciertos antídotos espirituales que siempre resultan pertinentes, especialmente ante la locura de la modernidad decadente.
En “El arte de aprovechar los propios defectos” (Ed. Fiducia, 2020), el Padre Giuseppe Tissot (1840-1894) recomienda considerar las palabras del gran santo: “recoge tu corazón y ponlo suavemente en las manos de Nuestro Señor, rogándole que lo sanara; por tu parte, haz todo lo que puedas: renueva tus propósitos, lee libros adecuados que te ayuden a sanar y utiliza otros medios adecuados; Al hacerlo, podrás beneficiarte de las mismas pérdidas y obtener salud de la misma enfermedad.” En este mundo no es necesario sentir coraje y fuerza dentro de uno mismo: basta esperar tenerlos en el tiempo y en el lugar.
En la tormenta de estos tiempos es necesario mantener intacta la Fe y buscarla si no se tiene, para seguir siendo hombres de Tradición, manteniendo la sacralidad de la propia identidad y la belleza de la diversidad, porque Jesucristo dijo: “para No os preocupéis vuestra vida por lo que habéis de comer o beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir; ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo más que el vestido?… Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana ya tendrá sus ansiedades. Cada día tiene su propio castigo” (Lucas 6, 25-34).