Voces del Periodista Diario

No puede descartarse una escalada explosiva en Medio Oriente

    Matteo Castagna

Por Matteo Castagna

Por un lado, el agravamiento del conflicto entre Hezbollah e Israel y, por otro, la apertura de Hamás al “alto el fuego” son factores que identifican Oriente Medio como un territorio muy complejo, con sus cuestiones críticas y sus contradicciones.

Por mucho que todos los protagonistas demuestren el deseo de mantener abierto el camino del diálogo, no se puede descartar la repentina explosión de una escalada.

En una especie de tira y afloja, el deseo de Estados Unidos e Irán de evitar un conflicto militar parece bastante evidente.

Mientras el gobierno israelí parecía decidido a invadir el Líbano, la Liga Árabe declaró, después de siete años, que ya no considera a Hezbollah una organización terrorista.

Es una gran señal de apertura sin precedentes por parte del “bloque árabe” liderado por Egipto, principal aliado de Estados Unidos e Israel.

Hezbollah ha mantenido su posición de que detendrá los ataques desde el sur del Líbano sólo si Israel cesa sus operaciones en la Franja de Gaza y se retira de los territorios palestinos.

El 4 de julio, Hamas respondió positivamente a la propuesta de acuerdo con Israel por parte de Estados Unidos.

Por tanto, se han reiniciado las negociaciones regionales.

Qatar ha vuelto a convertirse en el dominio de los encuentros y la diplomacia entre Estados Unidos, Israel y Palestina.

Al mismo tiempo, Hamás informó a Hezbollah que había aceptado la propuesta de “alto el fuego”.

Las perspectivas de paz regional aún están muy lejanas. De hecho, sigue siendo difícil entender qué surgirá de estas nuevas negociaciones.

“Un posible acuerdo de ‘alto el fuego’ en Gaza conducirá al fin de las hostilidades entre Hezbollah y el Estado judío”, afirma Lorenzo Trombetta en Limes.

“Sin embargo, serán necesarias garantías políticas a medio y largo plazo para ambos.

Permitiendo así que decenas de miles de israelíes regresen a sus hogares en la Alta Galilea. Para que el mismo número de decenas de miles de libaneses regresen al sur del Líbano, será necesario un considerable esfuerzo financiero y político: la mayoría de las localidades libanesas a lo largo de la línea del frente están destruidas”.

Para lograr sus objetivos,  Hezbollah e Israel tendrán que llegar a un acuerdo político sólido y capaz de mantenerse, para evitar una guerra devastadora y catastrófica, en la que nadie podrá declararse vencedor. Ahora existen condiciones bajo las cuales los mediadores egipcios y de otros países pueden hablar directamente con representantes del partido armado aliado de Hamás e Irán.

Limes informa que “hasta ahora los contactos se han producido entre el mediador de la administración estadounidense, Amos Hochstein, y el presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, interlocutor con los países occidentales en nombre de Hezbollah.

Pero Francia también se ha movido en la figura del  exMinistro de Asuntos Exteriores Jean-Yves Le Drian, que viajó varias veces entre Beirut y París para intentar impulsar un alto el fuego entre Hezbollah e Israel.

“Algunos países árabes aliados de Estados Unidos – especialmente los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita – pueden garantizar recursos económicos preciosos que se enviarán al Líbano, que lleva cuatro años en mora, como una especie de recompensa, en caso de una acuerdo con En este contexto, el pasado 2 de julio Arabia Saudita y Líbano firmaron en Beirut un acuerdo para el lanzamiento de aproximadamente 30 proyectos humanitarios y de desarrollo por un valor de diez millones de dólares”.

Las relaciones con Teherán se normalizaron –gracias a la mediación china– en marzo de 2023.

“La decisión de la Liga Árabe de revisar sus relaciones con Hezbollah y la decisión de Arabia Saudita de invertir (aunque disfrazadas de “proyectos humanitarios y de desarrollo”) en el Líbano a pesar de la dominación del movimiento proiraní – continúa el artículo de la revista Limes – son noticias que alejan los espectros de la guerra. Y que probablemente preparen el terreno tanto para la formulación de un acuerdo marco entre el Partido de Dios y el Estado judío como para la entrada en el Líbano de fondos del Golfo para reconstruir el sur del país”.

Hay más freno y menos fricción, aunque en Oriente Medio las relaciones son siempre tan frágiles que de repente puede ocurrir lo contrario.

Articulos relacionados

LA REALIDAD SE IMPONE.

Voces Diario

“Hermano … ¡Toma mi mano!”

Redacción Voces del Periodista

La ética para la reparación del daño y el desarrollo democrático.

Editor Web