RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
Por Alejandro Ruiz Robles
UN HONOR.
Hace unas semanas mediante resolución Nro. 003423-2020/DSD-INDECOPI, la Presidencia del Consejo de ministros del Perú autorizó otorgar el Premio a la Excelencia “Inti de Oro” a quienes, por su trayectoria en el ámbito comunicacional han destacado por su “valioso aporte a la sociedad con la promoción de valores, así como en su labor profesional, siendo líderes en los ámbitos de responsabilidad social”.
Se otorgaron 5 distinciones en México, siendo tres de éstos a peruanos con gran trayectoria en el país: la intérprete Tania Libertad, el diplomático Carlos Rossi y el actor Fernando Larrañaga. Asimismo, a dos mexicanos: la gran actriz Silvia Pinal, de quien sobran elogios con sólo citarla, y a un humilde servidor.
Si algo predomino durante las palabras de agradecimiento de todos fue la modestia, solidaridad y alegría al recibirlo; realmente, motivos existían para tales consideraciones y que grato es que sean dados en vida, quedando en fotografía la evidencia de su presencia exhibiendo su galardón, como una manera de reconocimiento perenne y mejor aún, como un ejemplo a seguir.
Era un diálogo común entre los premiados la doble distinción; por un lado, el “Inti de Oro” y por otro, el saberse parte de tan selecto grupo.
Durante la gala efectuada para tal propósito, resaltó este mensaje de los discursos: “no hay mayor muestra de gratitud, honestidad y modestia, que el reconocer a alguien que te ha hecho un bien y provocado una alegría”.
Alguna vez te has puesto a pensar si eres una persona agradecida y si ello te da la oportunidad de reconocer a quien te apoya.
UN POCO MÁS.
Haciendo un poco de memoria respecto de las personas que han sido la diferencia en mi vida, resultan ser aquellas que han hecho lo que debían, cuando debían, a pesar del costo que tuvieran y las que han dado un poco más de lo que yo esperaba de ellas.
Es común que, en charlas con amigos, nos preguntemos sobre seres que hayan sido especiales para nosotros; ya sea por sus palabras o hechos para con nosotros, o acciones por las cuales su esencia haya trascendido. De hecho, no falta que en esos momentos señalemos enseñanzas virtuosas que hemos aquilatado para nuestra vida y que quienes las hayan generado, estén lejanos a saber del impacto que en nosotros han tenido.
Seguro hay quien diga lo mucho que les ha inspirado la Biblia, tanto en su Antiguo como Nuevo Testamento, el Corán u otros textos religiosos; así como otras obras intelectuales, ya sean literarias, musicales; en fin, si hay contenido no importa la forma en que se manifieste. En el caso de las primeras y por su mensaje divino, no hay forma de agradecerle al autor, respecto de las segundas, seguro se trata de un ser un humano que siendo alguien ordinario, logro un resultado extraordinario y como tal, se constituye en alguien especial para guiar, total o parcialmente, nuestros pasos.
Un poco de ayuda o mentoría siempre será recibida, aunque quizás nos tardemos en valorarla … ¿estás de acuerdo?
LO EXTRAORDINARIO.
En más de una ocasión he escuchado el dicho de “nunca esperes nada de nadie y así evitarás que te defrauden”; sin embargo, esto que puedo ser real y práctico, prefiero omitirlo de mi pensamiento, con el propósito de tener la actitud para esperar lo inesperado y dejar que la vida me sorprenda.
Ahora bien, quizás sea motivo de cuestionamiento esperar algo de otros; sin embargo, pienso que lo que está en mí es ser feliz y compartir más de mí, talento, conocimiento, habilidades o gentilezas con los demás.
No sé si los demás esperen algo más de mí, lo cierto es que yo si espero mucho más de mí para compartir.
En ese entorno, si para quienes habitan en el mundo o su gran mayoría, ser ordinario es sólo ver por uno mismo; quizás sea tiempo de romper esa forma de concebir la vida y empezar a ser extraordinario, es decir, dar un poco más de mí por quienes me rodean y hacer un ambiente más amable para quienes están a mi lado.
Puede sonar esto como utopía y verlo como un gran error; no obstante, hay veces que vale más vivir en el error según los ojos de otros y tener la certeza de hacer las cosas según nuestra forma de pensar y acorde al ritmo que marca nuestro sentir.
Con esto, me queda claro que seguramente no llenaremos las expectativas de muchos, pero será lindo vivir según mi estilo, haciendo de mi andar mi credo.
¿Te parecen una falacia estas líneas?
¿A MI MANERA?
Seguro es que cada quien es arquitecto de su propio destino y no hay mejores tabiques, cemento y cimbra que las que provienen de nuestros valores, ideales y conocimientos; por ende, tenemos la opción de construir una muralla impenetrable, una casa pequeña en la cual sólo quepa nuestro ego, un castillo que alberque a nuestros seres queridos o un estadio en el cual, pueda entrar todo el mundo y cada uno de ellos tenga un sitio especial en función a lo que hemos compartido con ellos y lo que han invertido en nosotros.
Es válido cuestionar por aquellas personas a las que les hemos brindado nuestra alma y se han comportado como esponjas, absorbiendo todo sin dar nada a cambio. Seguramente, más de uno pensará que es injusto; sin embargo, la vida misma nos enseñará que ellos mismos se apartan y eso es parte de una selección natural. Al final, están los que deben estar y eso es una ley de vida.
Sin duda que esto pudiera leerse injusto, ya que la norma es que, si das, recibes; no obstante, cuando la equidad se rompe, pone a cada uno en su lugar y será decisión de cada uno prescindir de su presencia o velar por su permanencia.
Se actualiza el refrán de “obsequia tu ausencia a quien no valora tu presencia”. ¿Así lo crees? … y de ser así … ¿actúas en consecuencia?
TODO DEPENDE DE MÍ.
En ocasiones he asistido a centros de adicciones como apoyo a quienes así lo requieren y una frase que he aprendido es, palabras más, palabras menos, la siguiente: “sólo sufres cuando dependes de las personas, las circunstancias o las cosas”. En ese tenor de ideas … ¿cuál es la razón para depender de una fecha para cambiar nuestra actitud?
Así como el camino se hace con el primer paso, el cambio se inicia cuando existe la voluntad para ello, en ambos casos, la determinante será la constancia en lo siguiente.
Seguro que no hay nada más difícil en esta vida que hacer lo correcto y con ello, lograr ser la persona adecuada para nosotros y obviamente, para las circunstancias; conducirnos de esta manera nos hará personas especiales, máxime que lo haremos en un mundo que cada vez se vuelve más utilitario y práctico, con ello, paulatinamente carente de seres humanos de valores.
Es importante destacar que, no por el hecho que otros actúen de una forma distinta a la ética social, nosotros tenemos que ser iguales; vivir conforme a los principios ya nos hace únicos y obvio, encontrar a seres únicos en nuestra vida es una motivación, razón por la cual, distinguirlos a ellos también nos hace merecedores de distinción.
En ese contexto, dar lo mejor de sí en cualquier área, disciplina o en la simple convivencia y así mantenerse, es por demás plausible.
¿ERES UNA PERSONA QUE HACE LA DIFERENCIA?, ¿RECONOCES A LOS SERES EXTRAORDINARIOS EN UN MUNDO ORDINARIO?
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Vínculo: Silvia Pinal agradece el “Inti de Oro”: https://youtu.be/uYIYWeWI2e4
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