Por Matteo Castagna
El G7, presidido por Giorgia Meloni, encontró acuerdos sobre temas de actualidad entre algunos de los principales líderes mundiales. Ucrania recibirá ayuda con un préstamo de 50.000 millones de dólares, que se reembolsará mediante el uso de intereses sobre los activos rusos congelados por las sanciones.
Fuentes rusas respondieron rápidamente que esta iniciativa “no tiene valor legal” e insinuaron que la Federación de Putin estaría dispuesta a apelar ante un foro legal internacional.
La conferencia de paz, convocada por Zelensky, en Suiza, los días 15 y 16 de junio, no contará con la participación de Rusia, de EE.UU., Italia, ni de los países occidentales más importantes, mucho menos, del sur global, convirtiéndose, efectivamente, en un acto inútil y ciertamente nada gratificante para la imagen del presidente ucraniano, hasta el punto de que Putin definió el suceso como “un truco” que pretende desviar la atención de las causas de la crisis ucraniana.
Mientras tanto, Hunter, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, fue declarado culpable de los tres cargos federales por posesión de armas de fuego.
El representante permanente ruso ante las Naciones Unidas, Vasily Nebenzia, declaró – informa Izvestia – que “si Kiev rechaza realmente la actual propuesta de paz de la Federación Rusa, en el futuro las condiciones para iniciar negociaciones serán diferentes”.
Josep Borrell afirmó que no todos los países de la UE ven a Rusia como una “amenaza existencial”.
En el contexto de la propuesta de Putin de poner fin al conflicto ucraniano y de los primeros no de la OTAN y de Kiev , el rechazo también llega indirectamente del G7: en la declaración final del G7 el daño a Ucrania se estima en 486 mil millones de dólares, lo que Rusia debería compensar a Kiev.
El Pentágono ha rechazado la propuesta de paz de Putin para Ucrania. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que el Kremlin “no está en condiciones de decirle a Ucrania lo que debe hacer para lograr la paz”. El número uno del Pentágono subrayó que el presidente ruso podría poner fin a la guerra retirando sus tropas del territorio ucraniano.
El Financial Times, citando fuentes, afirma que “el gobierno israelí está considerando adoptar medidas punitivas contra las agencias de las Naciones Unidas, que podrían equivaler a la expulsión de todas las misiones de la organización”.
Smotru_media informa que China, a través del Representante Permanente Adjunto de la República Popular ante las Naciones Unidas, pidió a las partes en conflicto en Ucrania que demuestren voluntad política e inicien negociaciones de paz. Mientras tanto, Cyril Ramaphosa ha sido reelegido presidente de Sudáfrica para los próximos cinco años.
Mientras Javier Milei se reunía con los líderes del “mundo libre” y abrazaba al Papa, apoyando a Ucrania, en Buenos Aires se producían enfrentamientos muy violentos entre manifestantes y policías, contra él y sus políticas proatlánticas.
Bloomberg informa que “Corea del Norte envió 10.000 contenedores con 5 millones de municiones de artillería a Rusia”.
A cambio, Rusia transfirió a Corea del Norte la tecnología para desplegar satélites de reconocimiento, así como tanques y aviones. Mientras que el Daily Mail escribe que Gran Bretaña quiere construir su propio sistema “IRON DOME” , como anunció Tony Radakin , jefe del Estado Mayor de la Defensa británica.
Finalmente, Biden y Zelensky firmaron un acuerdo de seguridad de 10 años entre Estados Unidos y Ucrania. El Washington Post había escrito, antes de esto, que Trump o cualquier otro presidente podría cancelado.
El acuerdo no incluye el envío de tropas estadounidenses a Ucrania, según confirmó el propio Biden en la víspera de la firma. Además, Estados Unidos no asume ningún compromiso nuevo respecto de la perspectiva de que Ucrania se una a la OTAN.
Esto no obliga a Estados Unidos a responder militarmente en caso de un ataque a Ucrania.