* De acuerdo a versiones difundidas, el edil hoy
preso, contrató los servicios de un matarife para
intimidar y golpear a ocho periodistas incómodos
a su gobierno municipal; entre ellos, el Director
General de Expediente Ultra, Antonio Ortigoza.
El Fiscal Santiago Nieto, tiene en sus manos el
hilo conductor de tal infamia, y debe brindar
protección a los comunicadores y sus familias
porque aún desde el penal, el indiciado alcalde
puede seguir con su perverso plan
CRÓNICAS DE LA 4T
Por I. León Montesinos
Especial de Expediente Ultra
La versión publicada en la columna Economía versus Política del periodista César Peña sobre la intención del hoy convicto, Fidel Arce Santander, alcalde de Epazoyucan, que presuntamente contrató los servicios de un matarife para mandar golpear e intimidar a ocho comunicadores “incómodos” a su gobierno municipal, es un hilo conductor que el Fiscal Santiago Nieto debe valorar, antes de que los comunicadores de Hidalgo se sumen a la fatal estadística de plumas acalladas en el país.
De acuerdo a informes confidenciales, Fidel Arce Santander, el alcalde de Epazoyucan encarcelado por un fraude de más de 14 millones, dentro del caso denominado “Estafa Siniestra”, tenía a mediados de este año “un contrato” con hampones para propinar “una golpiza” a ocho comunicadores del Estado, incluido el director de Expediente Ultra, Antonio Ortigoza.
Alarma y preocupa la versión a quienes formamos parte del equipo de Expediente Ultra porque en nuestro medio hemos dado puntual seguimiento a las tropelías de Arce Santander y otros alcaldes que, con pruebas de por medio, el colega Antonio Ortigoza ha denunciado en su columna Silogismos, de manera detallada.
El Fiscal de Hidalgo debe pronunciarse al respecto porque hace unas semanas cundió la alarma de los comunicadores puestos en la mira por el sátrapa edil, que como ya anotamos en la “lista negra”, estaba el nombre de nuestro Director General.
Por tal motivo y de manera pública, en Expediente Ultra exigimos a la autoridad competente que tome de inmediato cartas en el asunto y que no se espere que tales amenazas se materialicen y vayan más allá de solo una golpiza.
El atentado que sufrió hace unos días el periodista Ciro Gómez Leyva, es la prueba fehaciente del riesgo que corremos todos los comunicadores no solo en Hidalgo sino en toda la República Mexicana.
Gómez Leyva tuvo la protección de una camioneta blindada, pero nosotros en Hidalgo, por razones obvias, no disponemos de esos beneficios laborales, por lo que demandamos de la autoridad las medidas de protección necesarias para nuestra integridad física.
Arce Santander, como lo hemos publicado “in extenso”, tiene un negro historial político, personal y conyugal. Un energúmeno con denuncias por violencia de género, lesiones graves en perjuicio de su esposa y raterías múltiples en perjuicio del erario municipal y muchas otras cuentas pendientes además de la “Estafa Maestra”, por lo pronto, de 14 millones de pesos.
Pero también, está denunciado por su actitud machista y misógina y sus conductas atrabiliarias típicas de caciquillos del siglo pasado; y ahora se suman a su catálogo de delitos, la amenaza contra ocho periodistas “incómodos” por difundir las múltiples denuncias en su contra, que propiciaron la investigación oficial de la Fiscalía estatal y su encarcelamiento.
Así las cosas, con la angustia de una amenaza hacia nuestro medio, insistimos en que urge una acción de protección oficial, tanto para nuestro director Antonio Ortigoza como los otros siete periodistas “enlistados” en el “contrato” suscrito con los hampones al servicio del alcalde preso.
Arce Santander fue notorio por transportarse en autos de hasta un millón de pesos con cargo a la tesorería municipal y entre otras trapacerías es presunto responsable de mandar quemar la casa de la regidora, Ángela Delgadillo.
Preocupa por ello que aún encarcelado, todavía pueda disponer de recursos para pagar sicarios que atenten contra comunicadores que nos hemos dedicado a denunciar sus delitos, dentro de nuestro trabajo cotidiano.
Toda nuestra solidaridad a los colegas de Hidalgo y del país que enfrentan a diario el riesgo de sufrir un atentado en su contra. Y todo nuestro apoyo al colega Antonio Ortigoza, cuya columna ha resultado un espacio incómodo para muchos políticos corruptos que como Fidel Arce, no tienen más argumentos que recurrir a la violencia extrema para intentar vanamente callar la verdad.