Voces del Periodista Diario

Pillaje y rapiña, acciones prefabricadas

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

Hacia finales de febrero, en este espacio advertimos que estaba próximo el momento en que, desde las catacumbas, saldrían bandas dispuestas a acometer acciones de desestabilización del Estado mexicano. Sostuvimos esa aseveración en el registro de mensajes circulados en redes sociales y reproducidos principalmente en medios de comunicación electrónicos convencionales, dirigidos por locutores adversos al actual gobierno.

En aquellas excitativas, mayoritariamente anónimas, se llamaba a suspender compras en comercios establecidos, al boicot fiscal y al ausentismo laboral, etcétera.  

El momento ahora lo ha auspiciado la crisis de histeria desencadenada en torno al Covid-19, cuyo número de contagios en México no guarda proporción con el escándalo magnificado de los casos confirmados y eventualmente controlados por las autoridades de Salud Pública e instituciones hospitalarias privadas.

En la Ciudad de México se han detectado ya tentativas de soliviantar a la comunidad para perturbar el orden público so pretexto de la falta de medicamentos para tratar a algunos pacientes graves o el encarecimiento de las gasolinas, pero en el Estado de México ya se soltaron los demonios, sonsacados por un sitio de la Internet presentado como Saqueos Covid-19.

A esas criminales incitaciones han respondido vándalos de media noche que hace unas horas se lanzaron a la rapiña concretamente en el municipio de Tecámac, del vecino estado, donde establecimientos de tiendas de autoservicio han sido sometidos al pillaje, no sólo de alimentos, sino de aparatos electrónicos y de línea blanca.

Previamente, en el municipio de Nezahualcóyotl, a finales de semana se observaron movimientos con la misma intencionalidad, extensivos a las alcaldías de Ecatepec y Tultitlan, de la misma entidad.

Los provocadores están en espera de su primer mártir

Grave esas acciones, gravitan sobre el estado de ánimo de personas y familias ya sometidas al aislamiento obligado o voluntario, que en algunos estados de la República prefigura el toque de queda.

Eso es lo peor: Hasta ahora, el gobierno federal ha orientado la movilización de las Fuerzas Armadas bajo el esquema de operaciones de auxilio a la población en casos de desastre: Plan DN III/ Fase 2 de contingencia antivirus.

Lo que parece obvio en el propósito de los perpetradores de aquellas acciones, es que tanto el Ejército como la Marina Armada pasen de la estrategia de apoyo de la autoridad civil frente la crisis sanitaria, a la acción represiva de la ciudadanía pacífica.

Lo hemos dicho en otras ocasiones: A los provocadores se les queman las habas por lograr el primer mártir. Una lógica macabra para satisfacer fines contra el Estado. Es cuanto.

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Redacción Voces del Periodista