Voces del Periodista Diario

Población pensionada: Entre la sartén y el fuego

El lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

Las fuerzas telúricas siguen descargando su furia sobre territorio mexicano y motivando solicitudes de declaración de emergencia en estados que apenas en septiembre pasado fueron declarados zonas de desastre a consecuencia de los sismos.

Estamos muy lejos de que los responsables de la reconstrucción levanten la primera bandera blanca en regiones devastadas.

El terremoto político de 2018 todavía no se avizora pero se detectan ya algunos ominosos sacudimientos provocados por los beligerantes por la presidencia de la República.

En ese estremecido escenario, ayer domingo los frentes partidistas que dominan la escena electoral corrieron el trámite de formalización de las candidaturas presidenciales. Por orden de abecedario: Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade Kuribreñas.

Simultáneamente, en lo individual los partidos y los mismos frentes empezaron a develar las primeras candidaturas al Congreso de la Unión. La mayoría estaba cantada. Otras son relativamente sorpresivas.

Lo que nos queda del recorrido entre noviembre de 2017 y febrero en curso es un compendio de dichos, la mayoría cargados de exabruptos, y una galería de fotografías de los contendientes con personajes definitivamente impresentables.

El PRI, como “Simón del desierto”

Esta mañana establecimos contacto personal con avezados militantes que tienen décadas de experiencia en procesos de selección interna de candidatos por los partidos, y en procesos constitucionales.

Tomamos por hoy una primera reacción de esos políticos consultados: Causa cierta expectación lo que se percibe en el partido del gobierno, el PRI. La cuestión es si el partido en  el poder, a la luz de la evaluación de la precampaña presidencial, tiene ya diseñada una estrategia productiva que le permita corregir el rumbo hacia el 1 de julio y recuperar terreno visiblemente perdido.

De hoy al 30 de marzo tendremos muchas cosas que registrar y comentar en el momento de que arranquen las campañas propiamente constitucionales.

Dos actores centrales en escena: Meade y Arriola

Concentramos la mira en el vínculo Gobierno-PRI y seleccionamos a dos protagonistas rumbo a las urnas: El ya nombrado José Antonio Meade y el candidato tricolor a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Mikel Andoni Arriola Peñalosa.

Apuntamos dos fichas de sus biografías públicas: El primero pasó dos veces por la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El segundo, por la del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El marco alegórico que cuadramos con base en el expediente histórico, es el del último tramo del sexenio federal. Por “usos y costumbres” la conseja popular le llama El año de Hidalgo.

Ese periodo anual tiene dos manifestaciones: La rebatiña que se genera en el sector público federal entre aquellos que se asignan el “pago de marcha” para prevenir los años de vacas flacas por si son desplazados de  la administración  siguiente; y los que recurren a las tesorerías públicas para trasegar recursos presupuestales a fin de asegurar el triunfo del partido en el poder.

Los zarpazos sobre fondos de retiro de los trabajadores

Por estos días, en engomados en instalaciones de servicios públicos y en una intensiva y exhaustiva ofensiva electrónica se está incitando a los mexicanos con opciones económicas a contratar un seguro con alguna Administradora de Fondos de Retiro de los Trabajadores.

Esos promocionales los firman Hacienda como cabeza de sector y la Comisión Nacional del Sistema de Retiro (Consar).

El punto de partida de este abordaje editorial, es el siguiente: Las administradoras de fondos para el retiro han logrado en conjunto una acumulación de recursos por más de tres billones de pesos.

Al ser colocados esos recursos en el mercado bursátil, el gobierno federal los ha convertido en caja chica, según denuncia de algunos segmentos afectados, para fondear el gasto corriente.

Los funcionarios federales del “círculo virtuoso”

Durante el periodo en que se ha disparado el acopio de fondos de retiro y su lanzamiento a la especulación, Meade Kuribreña, de 2011 a 2017, ha pasado dos veces por el despacho de Hacienda.

El actual titular de Hacienda, José Antonio González Anaya pasó por la dirección general del IMSS de 2012 a 2016. Fue sustituido en el encargo por el ahora candidato priista al gobierno de la Ciudad de México, Arriola Peñalosa, hasta diciembre de 2017.

Este es el otro fenómeno del registro: Con independencia de si los cotizantes a los fondos de retiro están bajo el amparo de la Ley de 1973 o de la 1997 por la que se privatizó su gestión financiera, los recursos del régimen de Jubilaciones y Pensiones han sido expuestos a terceros que, dicho sin merengue, se dedican a la usura.

Los leoninos convenios otorgados por el IMSS

El proceso administrativo no tiene secretos: El IMSS concertó con algunas  operadoras privadas, aparentemente diferentes a las Afore, convenios para disponer del pago mensual de pensiones como garantía de préstamos definitivamente leoninos. La tasa de interés a que se someten esas operaciones fluctúa entre 30 y más de 40 por ciento anual.

En una primera etapa, esos préstamos no deben rebasar el tercio del monto de la pensión mensual. Sobre el resto (67 por ciento) sin embargo, se creó una nueva figura: Los préstamos domiciliados, en cuyo caso las operadoras usureras pactan con los bancos intermediarios del pago de pensiones el descuento directo de los saldos insolutos de los acreditados.

Pensionados en rehenes y su pensión secuestrada

Obviamente, con un rendimiento hasta de 40 por ciento anual, las operadoras de los contratos se resisten a dejar ir viva su presa. Ésta queda en condición de rehén y su pensión secuestrada.

Esa criminal transa resulta evidente cuando, por alguna suerte, el deudor tiene oportunidad de saldar su saldo pendiente con la prestamista, en cuyo caso, de acuerdo con el convenio con el IMSS, debe expedir una carta de liquidación anticipada.

Es el momento en que el pensionado es expuesto al infarto: Toda la gestión del documento de liberación es sometida a la incomunicación telefónica en la que las maquinas electrónicas no entienden, obviamente, la urgencia de la víctima y si, por azar, alguna persona responde en vivo, no hay poder humano que la convenza de expedir la carta que, por añadidura, tiene un plazo perentorio de caducidad.

No especularemos sobre el colosal monto mensual que eroga el IMSS por concepto de pago de pensiones ni sobre el número de adultos mayores que son sometidos al expolio y al viacrucis.

Lo que no es objeto de especulación, es que el secretario de Hacienda en turno, González Anaya despachó como director general del IMSS. Su antecesor en Hacienda fue Meade Kuribreña: Es candidato presidencial. El sucesor de González Anaya en el IMSS, fue Arriola Peñalosa. Es candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

La población pensionada del IMSS, pues, está atrapada entre la sartén y el fuego. Suele ocurrir. Es cuanto.

VP/Opinión/EZ

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