Por Jorge Santa Cruz (*)
La indignación mediática contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está plenamente justificada. Su decisión de desplegar a la Guardia Nacional de los Estados Unidos en la frontera con nuestro país, como paso previo a la construcción del Muro fronterizo, atenta contra la dignidad humana.
La crítica de los medios mexicanos -hay que decirlo- contrasta con la reacción timorata y ambigua del presidente Enrique Peña Nieto y del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso.
Llama la atención, sin embargo, que poco se hable, aquí, de la corresponsabilidad que han tenido los gobiernos neoliberales (desde el de Miguel de la Madrid hasta el actual, de Peña Nieto) en la expulsión de millones de trabajadores indocumentados, que han optado por arriesgar la vida con tal de hacerse, allá, de un trabajo bien pagado que no encuentran aquí.
Dicho de otra manera: si tuviéramos un modelo económico justo, el problema migratorio estaría bajo control. Esto no ha ocurrido porque:
- El campo mexicano ha sido desmantelado, para beneficiar a las transnacionales de los alimentos.
- La micro, pequeña y mediana industria fue acorralada, a fin de subordinar el aparato productivo mexicano a las industrias globales.
- La educación en nuestro país se contentó con preparar personal poco calificado, destinado a la manufactura, y a recibir salarios de miseria.
- El narcotráfico fue -y es- utilizado como arma de guerra, contra campesinos, obreros, estudiantes y empresarios nacionalistas.
- El crédito se entregó a una banca rapaz, que con sus tasas de interés usureras -pero “legales”- ayudó a empobrecer a la mayoría de los mexicanos.
Este día, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado -al que de ninguna manera se puede calificar de “populista”- dio una cifra más que reveladora: en el sexenio de Enrique Peña Nieto se registró la inversión pública más baja de los últimos ¡70 años!
Si el gobierno deja de invertir y acorrala a la micro, pequeña y mediana industria nacional, ¿a quién le deja el campo? Al capital mundialista depredador.
Conclusión: Trump, merece las críticas de los medios mexicanos; la dictadura neoliberal que nos agobia, también. Lo paradójico es que son muy pocos, aquí, los que la señalan con índice flamígero. ¿Por qué será?
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