Aunque Pese
Por Salvador Martínez García
Apenas está por terminar el 2021 y la atención política ya está puesta en la sucesión presidencial del 2024.
Ayer causó revuelo el resultado de una encuesta de Buendía & Márquez sobre las presencias populares para la presidencia, con un holgado triunfo de la Jefa de Gobierno de la CDMX con un 35 por ciento de aceptación sobre Marcelo Ebrard, que alcanzó solo 27 por ciento.
Los dos son aspirantes por Morena, partido en el poder que también quedó arriba de los otros órganos políticos, de acuerdo al sondeo que le da una aceptación del 37 por ciento sobre apenas 15 por ciento del PAN y 13 por ciento del PRI.
Por lo pronto no parece haber duda de que el sucesor de Andrés Manuel López Obrador sea un militante de su propio partido y de la denominada cuarta trasformación, principalmente porque las simpatías del Presidente se ubican entre el 65 y 70 por ciento de acuerdo a todas las mediciones realizadas en este periodo.
La oposición se muestra sin caballada a pesar de que algunos de sus integrantes como Ricardo Anaya y Margarita Zavala gozan de un alto grado de conocimiento, 83 y 70 por ciento entre la ciudadanía, pero también alcanzan muy mala reputación.
El 2022 será, por lo tanto, difícil en términos políticos y muy posiblemente genere problemas de gobernabilidad por la reagrupación de las distintas fuerzas y poderes fácticos en torno a los aspirantes presidenciales con mayor potencialidad de alcanzar la silla del Palacio Nacional.
A nadie ayuda que la concentración política se ubique en la sucesión a la mitad del sexenio, pero al hombre de Macuspana, no parece perturbarle confiado en su amplia popularidad.
SUSURROS
Los que se inclinan por la abierta y preponderante participación de las empresas privadas en la generación, distribución y comercialización de la energía eléctrica, debieran ver con atención lo que hoy sucede en España donde el oligopolio ha generado una espiral de crecimiento en los precios de la luz sin control ni límites.
De acuerdo al Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), este lunes se alcanzó un nuevo máximo histórico al subir un 6.3 por ciento en un solo día, con lo que se agudiza la crisis social y humanitaria provocada por la “pobreza energética”.
Para este diciembre 18 millones de hogares en España pagarán casi 10 veces más que en enero pasado. La carestía ha llevado a muchos a regresar a las velas por no poder pagar la energía eléctrica.
Las empresas privadas que funcionan como oligopolios son: Iberdrola, Repsol, Naturgy, Endesa y EDP, las cuales hacen lo que quieren con las tarifas en perjuicio de los españoles y con inmensas ganancias a sus arcas.
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