Por Diego Pappalardo
•Tensión y conflicto entre ontologías civilizatorias y subjetividades geopolíticas.
•Caída acelerada de la pretensión de uniformizar el Mundo desde las formaciones de poder occidentales.
No será viable, durante todo el siglo XXI, la idea globocrática de una sola civilización para la Humanidad.
•Fragmentación del Mercado Uno.
Recesiones amplias tendientes al gran colapso global.
Desde la City de Londres, la Reserva Federal y Wall Street, no pueden generar e implementar un Modelo de Desarrollo para los pueblos del Mundo.
La bestia se devorará a sí misma.
•Competencia dura entre los arquitectos y desarrolladores de las esferas de la Especulación Oligárquica Global y la Economía Real/Física.
•Guerra de Clanes por el control de la “Imagen de Futuro” que prevalecerá en lo que resta del Siglo XXI.
•Grietas en la Élite Mundial. Aperturización, ingreso y expulsión de miembros.
•Lucha constante entre Propietarios del Dinero Antiguo versus Propietarios de Dinero Nuevo.
•Plan de actores geooccidentales para concretar la desposesión del poder conceptual y material de clases medias y bajas.
•Restricción y destrucción de recursos viejos de poder y la introducción de otros nuevos.
•Flujo y reflujo holístico de energías mundiales.