Por Rodolfo Ondarza
No importa de dónde haya salido esta plaga. No importa, por lo pronto, si salió de un laboratorio, o si ya tienen una vacuna que tarde o temprano nos venderán.
Este invisible bicho llegó para quedarse. Y tendremos que reanudar nuestra vida habitual en cuanto amaine su embate.
Lo que es visible es que somos muy afortunados. Cuando lo dije por primera vez se me quedaron viendo con ojos desorbitados.
Tuve que explicarme: Hay dos formas de afrontar una tragedia y cualquier situación negativa, y que aprendí como neurocirujano y como activista en la defensa de derechos humanos, esto es confiando en el conocimiento y en las capacidades personales, y en este caso también las sociales, pensando, analizando, siendo resiliente, con sangre fría, con calma; o perdiendo dignidad y cayendo en pánico, con las consecuentes decisiones impulsivas que empeoran los problemas.
Somos las generaciones que vieron, por visible, el robo que sufrió nuestra nación, el saqueo del sistema nacional de salud. Hemos visto que con gran esfuerzo no sólo se está llevando a cabo su rescate, sino además, de entre las cenizas, se atiende exitosamente, si nos comparamos con otras latitudes con mayor riqueza, la pandemia por covid-19.
Somos testigos de un nuevo paradigma, del gran esfuerzo por recuperar las riquezas de nuestro gran país, del pueblo de México. Lo que traidores a la Patria, con sus pactos y sus reformas estructurales nos quitaron en beneficio de los intereses de un puñado.
Somos afortunados al atestiguar estos hechos, la libertad que nos da el terminar con la corrupción, el no rotundo al endeudamiento del país, el terminar con la normalización de la impunidad, el respeto a los pueblos originarios, el que en este sexenio seremos autosuficientes en la producción de nuestras gasolinas, y tantas otras cosas.
Somos afortunados porque somos protagonistas de una de las páginas más importantes, y revolucionarias, de la Historia de nuestro país, y de la humanidad misma. Por lo que hagamos seremos recordados por las generaciones venideras.
Somos afortunados, y debemos sentirnos muy orgullosos de que todos nosotros, en conjunto, lo estamos logrando, si el gobierno no hubiera tenido, o no tuviera, nuestro apoyo irrestricto no se tendrían estas victorias únicas en la Historia de nuestro suelo. Todo eso pese a la andanada de vituperios, mentiras y noticias falsas propagadas por aquellos que desean a toda costa mantener la desigualdad y sus privilegios.
Estamos demostrando que nuestras raíces son las propias de un pueblo guerrero, indomable, que pese a la adversidad se crece, cualquiera que sea la batalla.
Este virus, lamentablemente, ha cobrado invaluables vidas, víctimas que tarde o temprano sabremos de quién fueron responsabilidad.
Qué su muerte no sea en vano.
Yo lo he sentido en carne propia, he perdido seres queridos, me han despedido injustificadamente en un par de ocasiones, que he ganado, he sufrido una tentativa de homicidio defendiendo los derechos de pacientes, pero aquí estamos. Y junto a todos seguiremos en la lucha por un destino mejor.
Nadie sale sin cambios de una crisis. Aprendemos y adquirimos experiencia. Logramos ya dar un gran grito: un ¡basta de de saqueos!. Como pueblo hicimos que nuestra voz se oyera y pasamos a la acción. Sabemos ya como defender a nuestro país y a nuestros derechos.
Se dijo “Juntos Haremos Historia”, y es precisamente lo que estamos todos haciendo.
Seremos más solidarios y empáticos, menos individualistas, nuestros valores ancestrales de honestidad, bravura y humanismo, por tanto tiempo obligados a hibernar están reviviendo. Y lo estamos consiguiendo mujeres y hombres, hombro con hombro. Nuestros valores familiares y el respeto a nuestros sabios mayores se está recuperando.
Qué valga la pena el encierro, se nos presentarán nuevas oportunidades de trabajo, de educación, pero en un país en pleno crecimiento, sin hincarse a intereses externos, con una población más consciente y solidaria, fortalecida y con la frente en alto.
Sin duda, nuestra es la victoria. Hemos dicho basta a la corrupción y a los malos mexicanos, nos esforzamos por ser mejores y desarrollar el suelo que nos vió nacer.
Ánimo. Me considero afortunado porque puedo sentirme muy orgulloso de vivir hoy, estos momentos, entre tantos compañeros de lucha, que son la gran mayoría de los mexicanos.
Muchas gracias a todos por su gran esfuerzo desde su trinchera. ¡Hagamos que esto valga la pena!
*Rodolfo Ondarza
Neurocirujano. Activista en derechos humanos. Ex presidente de la Comisión de Salud de la ALDF, VI Legislatura. @DrOndarza .