Por Cnl My (R) Gabriel Camilli
CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ
¿Se puede decir lo mismo del conflicto palestino-israelí? Creemos que es más difícil porque, por un lado, Hamás y la diáspora palestina en general proclaman y persiguen el objetivo de cancelar el Estado de Israel, para ser reemplazado por una Palestina “desde el mar (el Mediterráneo) hasta el río (el Jordán)”. Por otro lado, Israel parece estar persiguiendo un objetivo diametralmente opuesto, el de un Israel más grande en el que la cuestión palestina se haya resuelto “de alguna manera (nadie sabe cómo), permitiendo finalmente a Israel salir del estado de guerra permanente en el que ha vivido desde Julio de 1949”.
Ambos objetivos son absolutamente inalcanzables y esto hace de esa guerra un conflicto infinito, porque sin una finalidad alcanzable está condenado a no tener fin.
En los últimos días vemos como la zona se recalienta y lo más probable es que se extienda a los territorios del norte de Israel o del sur del Líbano.
En el otro frente, como venimos desarrollando, la guerra continúa en Europa del Este.
El segundo plano, mucho más importante, es el de una confrontación directa entre los Estados Unidos y sus aliados y la Federación Rusa.
Por otro lado, los rusos tienen o llevan su propio ritmo al que, según el parecer de occidente se lo ve lento, prefiriendo mantener una presión constante a lo largo de todo el frente con la esperanza, quién sabe, de provocar tarde o temprano el colapso del ejército ucraniano y con él la del liderazgo de Zelensky.
GUERRA DE DESGASTE
Rusia lleva más de un año librando una continua guerra de desgaste.
El apoyo occidental en la vigilancia del campo de batalla y una inteligencia altamente desarrollada y eficiente protegen a las fuerzas ucranianas de cualquier posible sorpresa que vaya más allá del simple nivel local.
En otras palabras, Moscú no puede llevar a cabo en secreto esas grandes concentraciones de hombres, medios y materiales que son indispensables para llevar a cabo avances locales y la posterior explotación del éxito en profundidad.
Hay un enorme desgaste de tropas y materiales que Kiev no podrá sostener para siempre. Desde este punto de vista, no vemos grandes límites para que Moscú continúe en esta línea, especialmente ahora que todo el aparato industrial se ha reconvertido a la producción de guerra y que el reclutamiento de nuevos soldados no encuentra problemas graves en Rusia.
Mientras tanto hay importantes acontecimientos políticos que están desarrollándose en estos días y que tendrán su impacto en estos conflictos en desarrollo. Para tener en cuenta.
El primero: las elecciones europeas ya quedaron atrás y, con ellas, la tan cacareada cuestión de la defensa europea parece haber quedado atrás también.
Aquí parece que nadie sabe nada de lo que ha pasado en Reino Unido en los últimos años. Y nosotros, los argentinos, debemos estar atentos a los sucesos de la potencia colonial usurpadora de nuestras Islas Malvinas y el atlántico sur.