Voces del Periodista Diario

Soberanía alimentaria, una macabra quimera

Ruta México

Por Álvaro Aragón Ayala

Dentro de unas horas se inicia lo que el viejo discurso público identificaba como Mes de la Patria, en que los espacios republicanos se inundan de emblemas y lemas presididos por la palabra Independencia. La agenda septembrina se inaugura el primero del mes, con el informe presidencial.

Para hablar de Independencia, y especialmente de Soberanía nacional, se requiere que la Nación ejerza el dominio territorial, la gestión de sus recursos naturales; la explotación y el usufructo de dichos bienes públicos.

Nos parece pertinente ubicar el tema en el centro de gravedad de la emergencia nacional provocada por el Covid-19. En el núcleo de la llamada nueva normalidad aparece, como origen y respuesta de y a la crisis sanitaria, la cuestión de la alimentación sana.

En 2020, la economía rural es reproducción de la del Porfiriato

Tecleando desde el noroeste de México, de vocación eminentemente agropecuaria y pesquera, tomamos como plataforma una reciente conclusión que capturamos de investigaciones de especialistas, que nos informa que, en 2018, la economía rural mexicana es similar a la del Porfiriato, medidas sus dimensiones conforme los impactos de la globalización productiva y comercial.

Las características más acusadas, son la descampenización de la agricultura, con su consecuencia natural, el jornalerismo y la trasnacionalización.

Un dato de entrada lo recuperamos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que dicta estos imperativos: Equidad, cambio climático, desarrollo sustentable y soberanía, etcétera.

Adquisiciones hostiles y un giro en los regímenes de propiedad

Para documentar el tema, acudimos a dos datos de referencia: 1) México, al concluir el pasado sexenio en 2018, contaba con un directorio de más de cinco millones de unidades económicas; un alto porcentaje en el campo, y 2) Para ese año, la inversión extranjera total acumulaba un saldo de 192 mil millones de dólares.

No se puede pasar por alto el fenómeno de absorción de la propiedad de las unidades económicas mexicanas. Relativa la inversión foránea en la creación de nuevas empresas, el proceso de apropiación se  ha dado al través de operaciones de adquisición y fusión, no pocas veces hostiles, de negocios establecidos por inversionistas nacionales desde la primera mitad del siglo pasado.

En ese proceso invasivo, el campo y sus sectores agrícola y agroindustrial, a partir de la década de los noventa han visto  reconfigurado los modelos de propiedad, desdibujando los regímenes de tenencia comunal y ejidal; incluso, el de la pequeña propiedad.

Corporativos extranjeros controlan todas las cadenas de valor

Para entrar en materia, tomemos dos dato: Sólo dos mil 392 firmas corporativas, la minoría (130) con matrices en metrópolis extranjeras (130), tienen el control del campo en las siguiente cadenas de valor, a saber:

Compra o arrendamiento de la tierra cultivable o con potencial, crédito y financiamiento, producción de agroquímicos o agrotóxicos (semillas, fertilizantes y plaguicidas), maquinaria, transporte, industria de procesados, mercado interno y de exportación.

La industria cervecera ya prefigura una sociedad de borrachos

Subrayamos un dato en particular: En la última década, el nicho de preferencia de los inversores, es el de la industria cervecera, que monopoliza el agua subsidiada rural y urbana para sus plantas. Sólo en 2012, esta actividad tuvo un crecimiento de 53.6 por cierto. Las proyecciones para 2022 calculan en más 26 mil millones de dólares el valor del mercado interno de consumo, lo que nos habla de una sociedad de borrachos. En este sector se ha acentuado la pérdida de capital de los desarrolladores originales nacionales de la industria.

En el sector agroindustrial opera la producción de comida chatarra

Por supuesto, en el sector analizado se localiza el mayor productor de comida chatarra que, al trasformar la dieta tradicional de los hogares mexicanos, desemboca en padecimientos crónico-degenerativos que exponen en 2020 a la vulnerabilidad frente a pandemias como la desencadenada por el coronavirus.

Viene el mes de la Patria. Estaremos atentos a escuchar que se dice en el segundo informe de Independencia y de Soberanía Nacional. Por lo pronto, el T-MEC entra mañana en el tercer mes de vigencia.

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