* En el 2018, militantes de Morena, presentaron una denuncia ante los órganos de su partido, para investigar la presunta compra de candidaturas de parte del Grupo Universidad por 40 millones de pesos, aunque el asunto no pasó a mayores; pero ahora los órganos electorales de fiscalización deben checar con lupa la presunta aportación de 60 millones al PT por parte de los miembros de la “Sosa Nostra” que, obvio, no sacan los recursos de sus bolsillos sino de las arcas de la UAEH
Lo hizo en 2018 y “al más alto nivel”. Fue denunciado pero no hubo consecuencias. Y ahora en este 2024, como para no perder a costumbre, lo está haciendo de nuevo, pero con un incremento, quizá por “inflación”: Hace seis años dispuso de 50 millones, ahora serán 60; por supuesto, no de su bolsillo sino de la caja de la UAEH.
Pero hay una salvedad: circula por todos los pasillos de la grilla hidalguense que Sosa Castelán ya habría cambiado de socio comercial: ya no entró con Morena (¿Será por tarifa muy costosa?) sino ¡con el PT!
Tal parece que en Pachuca es literalmente imposible guardar secretos y la especie circula por todos lados.
Los “enterados” confirman: “Sí, hay un nuevo trato, y es por 60 millones, pero con los del PT”.
Es decir: que este 2024, los jaloneos por financiamiento ya no fueron tanto en tratos con la otrora oposición sino con el “socio principal” de Morena, el PT, los amigos del dictador Kim Yon Un, de Corea del Norte. “Bisnes are bisnes”, dicen por ahí.
Es el muy conocido “modus operandi” de Gerardo Sosa Castelán, jefe de la “Sosa Nostra”, que controla la universidad hidalguense mediante el terror.
Los denunciantes señalaron inclusive la fecha del “primer arreglo”: el 17 febrero de 2018, en las oficinas de la universidad.
Los morenistas disidentes entregaron la denuncia de hechos ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido, el día 18 del mismo mes, en donde dejaron sentado que Sosa Castelán ofreció el voto corporativo de la UAEH a cambio de diez candidaturas a diputados federales, por 50 millones de pesos, que entregó, presuntamente, a Tatiana Clouthier.
En su denuncia, los inconformes deslizaron, a manera de sarcasmo, una frase de los mismos estatutos de Morena, donde dice: “Que no los mueva -a los militantes- la ambición al dinero, ni al poder en beneficio propio…” (Quizá inspirado en el famoso soneto del fraile michoacano, Fray Miguel de Guevara, donde comienza: “No me mueve, mi Dios para quererte, el cielo que me tienes prometido “)
La operación se repitió este año, en el masivo proceso electoral, con la renovación de las Cámaras legislativas, nueve gubernaturas y varios miles de alcaldías, con una novedad: Todo parece indicar que en diferentes partes del país los morenistas ya no recurren a las denuncias, sino que… ya van más de diez candidatos a alcaldías que caen acribillados… y sin detenidos, a la fecha.
Lo curioso es que Sosa Castelán, en prisión domiciliaria, por un proceso de lavado de dinero por 50 millones de dólares, en bancos suizos (¡Of course!), tal y como lo hemos descrito, sigue manejándose a los altos niveles.
Una muestra sólida fue cuando en la “precampaña”, el mitin de apoyo para el entonces todavía secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien no tuvo inconveniente, primero, en acudir al edificio central de la UAEH a recibir en emotivo respaldo de los universitarios hidalguenses, sino que además, expresó un encendido saludo “al gran amigo Gerardo Sosa”.
El trato de dinero en efectivo se recicló en este 2024, en los mismos términos, pero ahora fue por 60 millones. Cosas de la inflación. Aunque, cuestión de enfoques, para el capo del Grupo Universidad es como quitarle un pelo a un gato. Aunque no está de más en que las autoridades electorales vean con la lupa auditora al “despelucado” felino y a su socio, el PT.