Voces del Periodista Diario

Tres momentos en el discurso del presidente el Domingo de Ramos

* Vamos bien, no bajemos la guardia
* Primero los pobres, la base social más importante
* No hay vuelta atrás, no pediremos prestado

Por Juan Bautista

La Fe

1. Fortaleza, es la primera impresión que percibo de este Primer Informe Trimestral del 2020. Palabras de aliento y esperanza, en medio de una pandemia que azota al orbe y a nuestro país, que está por alcanzar, hasta el día hoy, el primer centenar de fallecidos.

Con un lenguaje coloquial y llano, el presidente López Obrador, recordó a los mexicanos la superación de diversos momentos trágicos en la vida nacional. En un solo párrafo, abarcó cuatro siglos de historia sobre supervivencias ante tragedias, pandemias y revoluciones.

“Saldremos adelante a pesar de los pesares”, una frase casi mística retumbó en el patio central de Palacio Nacional, donde él solo (sin su gabinete), anunciaba las medidas emergentes económicas que está implementando, las cuales ya ha desgranado en las mañaneras.

Ante el embate mundial del Covid 19, que cada día cobra más víctimas, el presidente señaló que estamos preparados para la etapa más difícil, aun cuando fuimos el primer país en tomar las medidas preventivas de aislamiento, que hoy reflejan estadísticas con menos casos de fallecimientos en el mundo: “somos el tercer país” con menores índices, argumentó.

La Esperanza

“Vamos bien, pero no nos confiemos, sigamos cuidándonos en casa”.

 Esta frase sencilla y amigable, encierra los tres ejes de su política sanitaria. Por un lado, califica como “Maestro”, el camino trazado para llevar a cabo la tarea que fue encargada a los expertos, a los científicos, sobre epidemias; segundo, alerta, con las estadísticas en mano, que los índices pueden revertirse, si las reglas se rompen, que él, (el presidente, está realizando su tarea) al avituallar un centenar y medio de hospitales y centros de salud para contar en total, con 6 mil 425 camas de terapia intensiva con ventiladores y atención médica. Y señala que, “cuidándonos  en casa”, es la principal medida preventiva aplicada en todo el territorio nacional. Esta consigna representa la bandera blanca de paz, la guarda y protección al interior de los hogares.

La familia

 Como el principal motor de unidad social, la primera célula del estado laico, el sagrado espacio para la reproducción y cuidado de los valores éticos y espirituales, como el primer centro depositario de la génesis, la familia, recobra su fortaleza ancestral y guía ante la titánica batalla de esta desdichada pandemia.

“Nos ayuda mucho la solidaridad de nuestro pueblo y la fraternidad que caracteriza a nuestras familias, es la principal institución de seguridad social del país”, sella el presidente en su discurso.

2. La Caridad, o fe en la economía

Sin cambios sustanciales, las cifras, en los discursos oficiales desde los años setenta, tuvieron un papel preponderante. El solo recuento de la inversión destinada a los programas sociales, a los proyectos que seguirán su paso, y a la proyección en la generación de empleo, fue suficiente para delinear que en las finanzas, las cosas no están tan mal, como observan las agencias financieras internacionales. Se invierte, se toma de aquí y de allá (fideicomisos, de la recaudación y del recorte a los aguinaldos de los funcionarios) para llegar a más de 500 mil millones de pesos. Del avión presidencial, por ahora, ni quien se acuerde. Lo importante es la medida económica en este plan de emergencia, que va de la mano con el plan de seguridad DNIII, destinado a atender las severas consecuencias que por ahora se enfrentan: hospitales, médicos, camas, respiradores, implementos, medicamentos, transporte hospitalario. Todo, todo, en estos momentos por la salud y por los que menos tienen.

Sembrando vida, mantenimiento escuelas para estudiantes, ampliando créditos a burócratas para viviendas, programa de estímulos fiscales a las gasolinas. No al aumento de impuestos. El IVA regresará al que cumpla en tiempo y forma. La energía, está asegurada como el abasto, es decir, los alimentos.

Visto así, parece que no habrá problema, al menos durante este mes. Incluso, de cambiar las cosas, en nueve meses, se generarán 2 millones de empleos, algo que no produjo ninguna de las tres últimas administraciones, al menos en términos estables.

A los más vulnerables, el apoyo.

En la base social que nominó al actual presidente, cerca de 30 millones de votos, una parte que conforma esta amplia base social, olvidada y arrinconada por varios sexenios, son los pobres y los que se ubican en la extrema pobreza. Cifras de la Cepal, indican que en México, cerca del 53 millones de ciudadanos viven en la pobreza. Y a ellos, es a quienes se va a proteger más, ante esta pandemia. “Subrayo que se apoya a los más necesitados, a los pobres y a la población más vulnerable ante la epidemia del Coronavirus”, frase que resonó en Palacio Nacional.

Como un dato adicional, comentaremos que las muertes en el mundo por Coronavirus, se desarrolla en la población adulta, de la cual México tiene entre su población, entre 12 y 15 millones.

Por último, el presidente afirmó,  que no habrá endeudamiento, no se pedirá dinero al extranjero ni a los bancos, ni a la banca internacional. Los grandes empresarios, que ya se frotaban las manos, se quedarán con las ganas de aumentar la billonaria deuda. Eso va contra los principios de este nuevo modelo económico que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador y que es contrario a las políticas del pasado, del neoliberalismo puro. Endeudar más al país, para entregarlo al capital internacional, insiste el Presidente, eso, simplemente, no ocurrirá.

3. El rumbo

Sin realizar un llamado a la Unidad como en los viejos y mejores tiempos neoliberales – donde ahora un número pequeño de intelectuales le demandan en una carta el reciclamiento de un pacto- el Presidente recordó que en su nueva política no hay marcha atrás al pasado. Su visión no se ajusta al enmohecido sistema, neoliberal y porfirista. “Ya rompimos el modelo: inversión pública, empleo pleno, honestidad y austeridad republicana”, sentenció.

Este episodio, en mi opinión, hay que observarlo con un corte parcial de caja, como lo que es: un informe trimestral al inicio de una pandemia mundial, y que toma a la economía mexicana por uno de sus más delicados momentos. Desde luego que las proyecciones económicas por ahora podrían checar en el corto plazo, pero si esta pandemia se extiende y se amplía a vastos sectores de la población, quizá no haya economía que aguante un coletazo de esta envergadura.

Si bien el presidente, no tocó a fondo el estancamiento de la economía y su franco retroceso, por consecuencias en la fuga de capitales, la devaluación del peso y la baja en la producción del petróleo, además de la nula inyección de capitales extranjeros, esperemos la evolución de los acontecimientos.

Ahora mismo, tenemos experiencias amargas, donde países que se creían con fortaleza en su sistema de salud y que estaban capacitados para hacer frente a este tipo de circunstancias, han quedado devastados, como son los casos, principalmente de Italia y España y,  estamos por ver qué sucede con la gran potencia de Estados Unidos.

Por ahora, el discurso del presidente es de fortaleza, confianza y de una mejor proyección para los ciudadanos, esperemos que así sea.

Jorge Luis Borges, escritor argentino, decía que había que inventar un juego donde nadie ganara, Andrés Manuel López Obrador, hoy expresó que si no existe la felicidad, habría que inventarla. Frases para recordar en tiempos de Coronavirus.

El mensaje final del presidente de México es alentador, horizontal, coloquial y de fraternidad, un mensaje positivo, contra la fatal adversidad.

Fin…

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Redacción Voces del Periodista