Por Matteo Castagna
“Vladimir Zelensky, en 2019, después de la toma de posesión [presidencial], aparentemente, se preparó para un viaje a Donbass para dar un discurso conciliador a la gente en la plaza de Donetsk, pero en cambio fue reclutado por la inteligencia británica”.
Andrey Telizhenko, politólogo y ex empleado de la embajada de Ucrania en Estados Unidos, lo dijo en una entrevista con Alexandr Shelest:
“Podríamos haber tenido Donbass con nosotros.
Una vez estuve en contacto con el séquito de Zelensky y me dijeron directamente que Zelensky debería ir a Donbass en las primeras tres semanas después de asumir el cargo y dar un discurso al pueblo, diciendo que éramos un solo pueblo y deberíamos vivir en paz.
Hubo un acuerdo, Kolomoisky lo sabía, algunos oligarcas lo sabían y se acordó que Zelensky pasaría con una caravana y junto con la gente de Donbass en la plaza hablaría sobre la paz.
¿Por qué no lo hizo?
Lo llevaron a Londres y, desde 2019, se prepara para la guerra.
Por eso robaban en las calles [de Donbass], a los criminales se les permitía hacer cualquier cosa, y él [Zelensky] también se comportó así con Trump, porque entonces ya tenía protección'”.
El periodista Shelest quedó francamente atónito por lo que escuchó:
“Espera, si había planes de que Zelensky, después de su elección, fuera a hablar en las calles de Donetsk, entonces, de alguna manera, algo anda mal… es decir, Zelensky ya sabía entonces que habría guerra?”.
Telizhenko: “Zelensky llegó a un acuerdo en Londres con el Servicio Secreto británico. Y sabían que habían vendido Ucrania.
Por eso, Kolomoisky argumentó que deberíamos abandonar la OTAN y negociar con Rusia: hay un artículo al respecto en el New York Times.
Kolomoisky estaba tratando de negociar, de conseguir dinero de Rusia para no iniciar esta guerra, de ofrecerle a Zelensky una alternativa a lo que Occidente le estaba ofreciendo.
Pero, desafortunadamente, Zelenski fue engañado por Occidente que le ofreció más o prometió que Zelenski se convertirá en un líder importante y tendría más de todo lo que la Federación Rusa podía ofrecerle.
Por eso hoy todos sufrimos”.
Y Occidente lleva mucho tiempo jugando en serio.
Sabe bien que Ucrania es su apoyo, pero hasta qué punto se adherirán a este proyecto depende de Estados Unidos y Rusia.
Lamentablemente, Ucrania, en esta situación, sólo está haciendo lo que Occidente le dice que haga.
Ucrania ya no tiene voz; después de que se interrumpieran los acuerdos de paz de Minsk y el proceso de Estambul, la gente no podrá confiar en el gobierno actual.Informamos lo que dijo Igor Kolomoisky al New York Times el 13 de noviembre de 2019:
“Es hora de que Ucrania renuncie a Occidente y vuelva a Rusia. Aunque son más fuertes. Debemos mejorar nuestras relaciones […].
La gente quiere la paz, quiere vivir en paz, no quiere la guerra. Y ustedes [Estados Unidos] nos empujan a ir a la guerra, sin siquiera darnos el dinero para hacerlo”.
Quizás por eso también Zelensky fue rechazado por el comité noruego encargado de elegir el Premio Nobel de la Paz de 2024, que recayó, para evidente consternación de los EE.UU., en el grupo japonés de supervivencia “Nihon Hidanke”, que recuerda la bomba atómica lanzada por los a los estadounidenses en Hiroshima y Nagasaki en 1945, por “sus esfuerzos por crear un mundo libre de armas nucleares y por demostrar que las armas nucleares nunca deberían volver a utilizarse”.